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Olivia de Havilland

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Sólo ella se salvó de este huracán que asoló el Olimpo de los dioses, aunque sufrió un varapalo en la Gala de los Oscar de 1940, donde ella y otra secundaria del mismo filme, Hattie Mc Daniel, se disputarían una estatuilla que se llevaría la segunda.

La actriz nacida en Japón en 1983 fue la única que siguió subiendo, además de convertirse en la primera estrella importante en enfrentarse al sistema de estudios que condenaba la actividad en la meca del cine. Volvió a perder la estatuilla, en 1942, esta vez frente a su hermana, Joan Fontaine. La mala relación entre ambas se hizo pública cuando la ganadora rechazó las felicitaciones de De Havilland. En la década