El hallazgo de una segunda fosa eleva a 46 las víctimas de la masacre./ Efe
OLA DE VIOLENCIA

Filipinas declara el estado de emergencia en el sur del país tras la matanza de 46 personas

Un centenar de hombres decapitaron ayer a decenas de políticos y periodistas que pertenecían a la candidatura de Esmael Mangudadatu

MANILA Actualizado: Guardar
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El Gobierno filipino ha declarado el estado de emergencia en dos provincias del sur del país y ha anunciado el envío de hasta 300 efectivos extra a la zona, donde hombres armados asesinaron ayer al menos a 46 personas en uno de los peores episodios de violencia política ocurridos en el país.

La presidenta Gloria Macapagal Arroyo ha proclamado el estado de emergencia indefinido en las provincias de Maguindanao y Sultan y en la ciudad de Cotabato City "para prevenir nuevos ataques" tras la mayor matanza ocurrida en un sólo día.

Cerca de cien hombres armados secuestraron a unas 40 personas, mientras acudían a la oficina regional de la Comisión Electoral a presentar la candidatura a gobernador de Esmael Mangudadatu. Los pistoleros huyeron luego hacia las montañas, y poco después, los militares que salieron en su persecución hallaron 24 cadáveres, al menos 21 de ellos decapitados o mutilados. Algunas de los cuerpos de mujeres presentaban signos de haber sido violadas y entre los muertos figuran varios abogados de derechos humanos, periodistas locales y la mujer y dos hermanas de Mangudadatu.

El número de víctimas aumentaba esta mañana después de que las fuerzas de seguridad encontraran dos fosas comunes con los restos mortales de 22 víctimas. Algunos periodistas filipinos desplazados a Maguindanao aseguran que una grúa mecánica encontrada cerca de una de las fosas tenía impreso el sello del gobernador, Andal Ampatuan, acusado de haber ordenado la matanza de ayer para intimidar a su rival Mangudadatu.

Destitución de la Policía

La semana pasada dio comienzo el proceso electoral al que se han presentado cerca de 17.800 candidaturas al Gobierno nacional y local. Los comicios electorales en Filipinas suelen estar marcados por la violencia, especialmente en la región del sur, donde las fuerzas de seguridad enfrentan la insurgencia de los rebeldes comunistas, los radicales islamistas y otros grupos rebeldes.

Así las cosas, el secretario de Interior indonesio, Ronaldo Puno, ha anunciado la destitución de un jefe de Policía provincial y ha advertido de que las autoridades efectuarán nuevas detenciones a raíz de lo ocurrido. "No hay vacas sagradas", ha aseguradoo Puno en declaraciones a la televisión. "Se va a tratar de una investigación directa de los crímenes cometidos. Tenemos alguna información sobre nombres específicos, no sólo los que ordenaron la masacre sino también los que la cometieron". Al respecto, los Mangudadatu apuntan a un clan rival que lidera el actual gobernador Andal Ampatuan como responsable de los asesinatos.