ASÍ LO VEO

Gran angular

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Llueve en Sevilla, aunque suele ser extraño y han pasado los años. Siempre así, siempre así en Sevilla, la Junta, la patronal y los sindicatos. Como era previsible, se cierra el sainete del VII Acuerdo de Concertación Social de Andalucía. Éste puede ser definido como la costosa estrategia puesta en marcha antaño por el Gobierno andaluz que hace posible el mantenimiento de sus socios preferenciales, que garantizan desde entonces la paz social a modo de trueque. En el fondo es una formula similar a la que en época de la dictadura fundamentaba las relaciones socioeconómica de la misma. ¿Que era si no el sindicalismo vertical? Era, la conjunción armónica de Gobierno, empresarios y sindicatos. ¿Les suena?, a mi sí. Que duda cabe que los integrantes actuales no son los mismos, pero la artificialidad de la fórmula empleada huele a alcanfor. El Gobierno andaluz, el de Andalucía imparable, imparablemente parada y desempleada. El que presume de 30 años de concertación social y, lo peor, de haberse gastado, desde el año 1995, 109.000 millones de euros en eso llamado concertación. Tienen de apellidos 83.000 millones para los sindicatos y 26.000 para los empresarios.

Está lloviendo en Sevilla, pocas veces suele ocurrir, pero esas cosas suceden así. Del cielo, 19.000 millones más para los que no han sido capaces en 30 años de superar su irrisoria representación, que a la fecha no supera el 10% de sus respectivos representados. Me pregunto, ¿que objeto tiene la obra teatral magistralmente dirigida por la Junta y representada con maestría por los legalmente denominados más representativos agentes sociales, que escenifican ese consenso social sin base real y cierta entre la mayoría de trabajadores y empresarios? Pues respondo, seguir la inercia de los acontecimientos desde época inmemorial. Ahora, 350 medidas estructuradas en seis apartados: empleo y capital humano, desarrollo empresarial, sociedad de la información y del conocimiento, sectores productivos, conexión territorial y social y diálogo social permanente. Más de lo mismo y Andalucía sigue a la cola de Europa. Vuelvo a preguntarme ¿por qué la monumental bronca entre empresarios y sindicatos y ahora, como quien no quiere la cosa, firman el acuerdo? Miro al cielo y sigue lloviendo en Sevilla y yo tampoco esperaba que todo ocurriera así. Siempre Así. La respuesta es obvia, la recesión en España es de tal magnitud que la opinión pública cuestiona hasta extremos insospechados la representación social ejercida por sindicatos y patronal. Y ante el temor que el debate en la calle se circunscriba a la financiación de éstos, a su utilidad real y a la auténtica legitimación de su representatividad, es por lo que se han apresurado a acordar algo. Les sugiero a los fotografos que para la foto de familia junto a los interlocutores sociales usen un gran angular, si no alguno se quedará fuera. Desde luego, los que no caben en la foto ya son todos los que viven directamente de la mal llamada concertación social. Estos sí que ni de coña caben. Están en todas partes. Son como una plaga.