José Javier Arizkuren Ruiz, 'Kantauri'. y Zabaleta Elósegui, 'Waldo' dejarán de ser compañeros en Puerto III. / EFE
ESPAÑA

El Gobierno cambia de cárcel a los ex jefes de ETA 'Kantauri' y 'Waldo'

Interior reduce a la mitad los presos terroristas en el País Vasco y Navarra con la dispersión de los militantes encarcelados de Gestoras

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Ministerio del Interior ha realizado en las últimas semanas dos de los movimientos de dirigentes de ETA más audaces desde que hace más de un año comenzara su política de continuos movimientos de los presos terroristas: ha sacado de la cárcel gaditana de Puerto III a los históricos ex cabecillas José Javier Zabaleta Elosegi, Waldo, y José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, y los ha trasladado a penales más cercanos a Euskadi. Instituciones Penitenciarias, al mismo tiempo, ha ordenado otros traslados en sentido contrario y ha intensificado la dispersión de la colonia etarra en los cuatro centros del País Vasco y Navarra.

Todos estos movimientos responden a una estrategia diseñada al milímetro para ahondar la creciente división del frente penitenciario de la organización terrorista. El traslado más destacado ha sido el acercamiento de varios cientos de kilómetros de Waldo, quien desde noviembre de 2007 se encontraba en la cárcel de alta seguridad de Puerto III, una de las más alejadas del País Vasco y en la que se concentran los terroristas irredentos. Zabaleta, que lleva 19 años encarcelado en Francia y España, ha sido llevado a la prisión pontevedresa de A Lama, uno de los centros donde en los últimos meses han sido acercados varios reclusos a los que se pretende separar la disciplina de ETA.

Waldo fue responsable de los comandos legales e ilegales y a finales de los noventa llegó a ser número dos de la organización bajo la dirección de Francisco Múgica Garmendia, Pakito, ahora uno de los líderes de la disidencia interna. Elósegui compartirá prisión con otros 20 etarras, entre los que ya se han detectado signos de hastío hacia la vía terrorista. No es la primera vez que Instituciones Penitenciarias cree que Waldo podría tensar las relaciones internas. En 1999, 2001 y 2005 pasó por centros vascos y gallegos, aunque al final y ante su negativa a romper con la disciplina de ETA, volvió a ser alejado a Córdoba y, finalmente a Puerto III.

Aunque en puridad también es un acercamiento, el caso de Kantauri es diferente. Arizkuren, quien fuera máximo responsable de ETA entre 1994 y 1999, ha sido movido desde Puerto III al recién inaugurado centro de Sevilla II, en Morón de la Frontera, apenas unos kilómetros más cerca de Euskadi. Los informes que maneja el Ministerio del Interior constatan que Arizkuren se mantiene en posiciones radicales a pesar de la década que lleva en la cárcel. Ahora tendrá tiempo para reflexionar porque será el único preso de ETA en el penal sevillano, donde ocupa una celda en un módulo de máxima seguridad.

Fuentes penitenciarias aseguran que la «influencia mutua» entre Kantauri y los otros 11 etarras recluidos en Puerto III, entre ellos algunos de los más recalcitrantes, era «negativa» para «ambas partes». Desde su extradición en 2007, Arizkuren siempre ha estado recluido en Cádiz, a excepción de algunos traslados a Madrid para juicios y una brevísima estancia en A Lama nada más llegar desde Francia.

'Comando Buruntza'

Otro acercamiento significativo ha sido el de Javier Makazaga Azurmendi, miembro del comando Buruntza, uno de los más sangrientos de ETA en la última década, desde Almería a A Lama. A los miembros de este talde se atribuye, entre julio de 2000 y agosto de 2001, la autoría de una veintena de atentados con siete víctimas mortales: el ex gobernador civil de Guipúzcoa Juan María Jáuregui; del empresario José María Korta; el cocinero de la Comandancia de Marina de San Sebastián Ramón Díaz; dos trabajadores de la empresa Elektra; el director financiero de El Diario Vasco, Santiago Oleaga; y el ertzaina Mikel Uribe.

Estos acercamientos han tenido su reverso en varios alejamientos. El más notorio, sin duda, ha sido la dispersión por centros de todo el país de los dirigentes de la Gestoras Pro Amnistía, que ingresaron en las cuatro prisiones vascas y navarras a mediados de octubre cuando el Tribunal Supremo confirmó sus condenas a penas de entre ocho y diez de años de cárcel. En dos semanas, Interior ha sacado de esos centros a diez de los 21 que había en octubre. Entre ellos hay ocho dirigentes de Gestoras: Iker Zubia, de Álava a Ciudad Real; Jagoba Terrones, de Vizcaya a Castellón; Julen Larrinaga, de Vizcaya a Coruña; Gorka Zulaika, de Guipúzcoa a Zaragoza; Aratz Estonba, de Guipúzcoa a Toledo; Jon Beaskoa, de Vizcaya a Teruel; Josu Beamont, de Pamplona a Valencia; y Ainhoa Irastorza; de Vizcaya a Valladolid.