vuelta de hoja

La corrupción, supongo

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O el juez Garzón es el hombre más trabajador del mundo libre o se trata de varias personas que usan el mismo pseudónimo. No es que sea infatigable, es que es ubicuo. Ahora, en su tiempo ocupado, acaba de desarticular en Cataluña una trama de corrupción urbanística ligada al PSC y CiU. Una redada que incluye un alcalde socialista y dos altos cargos del ex Honorable Pujol. Se dedicaban, al parecer, porque aquí todo el mundo es presunto, a las recalificaciones de terrenos. Un negocio seguro, aunque sus beneficiarios merezcan el mismo calificativo. Barcelona es bona, aunque se pinche la bolsa y no suene. ¿Por qué iba a ser una excepción Cataluña? El robo se ha convertido en una pandemia y Garzón no tiene vacunas para tantos ediles. Además, en algunos casos pincha en hueso.

El Congreso acaba de abrir el camino que conducirá a suprimir tres ministerios aproximadamente baldíos y una Vicepresidencia, pero lo que urge es suprimir granujas respetables. La economía española atraviesa momentos tan malos que no sabemos si será capaz de atravesarlos o nos quedaremos todos empantanados en ellos. Las Cajas alertan de que no se empezará a crear empleo hasta bien entrado el 2011. Con lo largo que resultan dos años. Mucho más que un día sin pan y con subida de impuestos. El déficit del Estado se multiplica por cinco y ronda ya el 6 por ciento del PIB mientras las eléctricas anuncian que la luz tendrá que subir. Se asombró Cadalso, en alguna noche lúgubre de su corta vida, de que en la España de su tiempo "aún tuvieran hierbas los campos y aguas las fuentes". Si nos preguntara ahora por la causa de nuestros males le diríamos: "Don José, la corrupción . La corrupción , supongo".