ESPAÑA

La pasividad de la Gendarmería facilitó la huida del tercer etarra en Bretaña

CORRESPONSAL. PARÍS Actualizado: Guardar
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La falta de reacción de la Gendarmería local a una denuncia ciudadana facilitó la huida de un tercer etarra en la operación contra la jefatura política de ETA, desarrollada el lunes en la localidad de Carnac, en Bretaña. La propietaria del piso franco llegó a hablar en persona con el fugitivo horas después del arresto de sus dos cómplices. Pero cuando acudió a contarlo al cuartelillo le dijeron «vuelva usted mañana». Al día siguiente, la Policía Judicial, puesta al corriente tarde de los hechos, encontró la vivienda vacía.

La casera identificó a sus inquilinos detenidos en las fotografías difundidas por televisión el mismo lunes. Al ver el informativo regional de media tarde reconoció a Aitor Elizaran y Oihana San Vicente, capturados sólo siete horas antes en una calle de Carnac. Para cerciorarse de que no estaba equivocada, no se le ocurrió otra cosa que desplazarse hasta el estudio que les había alquilado un par de días antes. Llamó a la puerta, le abrió un hombre y discutió con él.

La señora se dirigió luego a la Gendarmería. Era tarde y estaba cerrada. Ya había expirado el horario de atención al público. Un dispositivo exterior permite poner en contacto las brigadas rurales con la centralita general del departamento. Tocó el interfono y contó lo sucedido a la persona que descolgó. «Muy interesante; vuelva mañana», le dijo la voz. Fue demasiado tarde.

El fugitivo fue identificado por los servicios antiterroristas españoles como Arkaitz Aguirregabiria, de 26 años. Está en situación de busca y captura desde enero de 2008, cuando no acudió a un juicio en la Audiencia Nacional.

Por su parte, Aitor Elizaran (Biarritz, 1979) y Oihana San Vicente (Vitoria, 1976) fueron trasladados ayer por la tarde a París por carretera desde la comisaría de Rennes.