Pizarro y Teófila Martínez, el pasado julio en el castillo de San Sebastián. / A. V.
CÁDIZ

Teófila califica de «ocurrencia sin sentido» que el tranvía llegue hasta la plaza de España

El Ayuntamiento convierte su oposición en rechazo frontal y tacha la propuesta de la Junta de «capricho innecesario» Luis Pizarro acusa a la alcaldesa de cerrarse al diálogo

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El trazado del tranvía en el término municipal gaditano ya es el enésimo punto de conflicto entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento que preside Teófila Martínez. El pasado jueves, cuando trascendió que los técnicos de la Consejería de Obras Públicas planeaban que la última parada estuviera en la plaza de España, aún reinaba la prudencia. Funcionarios de ambas instituciones públicas recalcaban que se trataba de una «proposición en estado embrionario que debe superar aún muchas etapas» hasta ser una realidad.

Aunque la idea fuese sorprendente, ya que nunca se había barajado otra estación final que no fuera la plaza de Sevilla, la mesura formaba parte de los mensajes de ambas mitades del debate.

Ayer, sin embargo, la alcaldesa Teófila Martínez abrió la caja de los truenos y convirtió esta propuesta (que el tranvía llegue hasta la plaza de España) en una polémica política de primer orden, en un punto de discrepancia que parece amenazar el acuerdo sobre el recorrido final.

La regidora gaditana se mostró ayer en rotundo desacuerdo con el cambio de la parada final y dejó sentado su rechazo inamovible: «Ya hemos dejado claro en los encuentros técnicos que estamos completamente en contra de esa posibilidad. Es una ocurrencia sin sentido, un gasto innecesario y un capricho inasumible».

Tras las descalificaciones de la propuesta, la alcaldesa añadió argumentos contra este cambio, que modificaría de forma sustancial las infraestructuras de transporte público en la capital gaditana durante la próxima década.

Según la versión municipal, «es una contradicción inexplicable que la propia Junta de Andalucía, que defendía que la plaza de Sevilla fuera un gran centro intermodal de transportes, al que llegan los catamaranes, los trenes y los autobuses, se quede sin el tranvía».

Teófila Martínez recordó que esta propuesta choca frontalmente con otros planes que defiende el PSOE local: «Es una contradicción que los socialistas gaditanos quisieran enterrar los carriles para automóviles a su paso por Canalejas y que la Junta proponga ahora que el tranvía pase por la superficie de la misma zona».

Incluso, aseguró que las peculiaridades técnicas de la zona hacen imposible prolongar el tranvía hasta la plaza de España: «No sé de dónde van a sacar los ocho metros cuadrados que necesita la plataforma sobre la que va el tranvía. No sé por dónde iban a pasar los peatones, con los autobuses, los coches particulares... no habría sitio para nadie».

La Junta se aferra

El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, lamentó ayer durante su visita a Cádiz que «sólo se hable para la polémica» sobre un proyecto «tan importante» como el tranvía metropolitano de la Bahía y se mostró confiado en que el diálogo «impere» para que la Junta y el Ayuntamiento gaditano puedan «resolver» cuál es el mejor trazado en la ciudad.

Pizarro manifestó que para afrontar una obra con unas inversiones de estas características, las instituciones «deben resolver sus diferencias desde el diálogo y la negociación», pero «no con posiciones cerradas».

Desde ayer, esas posturas sí parecen enfrentadas: la Administración andaluza pretende que el tranvía llegue hasta la plaza de España, mientras que el Ayuntamiento se decanta porque lo haga hasta la plaza de Sevilla. «Lo que tendría que hacer el Ayuntamiento es dialogar con la Junta para ver cuál es el mejor trazado para esa obra tan importante, y no poner obstáculos».

Finalmente, lamentó que «sólo se hable» del tranvía «para la polémica» e insistió en que en lo que se refiere a proyectos de este calado «todas las administraciones deberíamos estar contribuyendo y colaborando» y buscar «soluciones y respuestas rápidas» para que no sufra retrasos y pueda culminarse en el horizonte de 2012.