Una forma de hablar con sello chirigotero

Juan se apoda El Ardentía por un episodio en su etapa escolar. Un día, durante el recreo, se comió un bocadillo de chorizo y tres donuts. Cuando volvió a la clase, el ambiente estaba muy revuelto y, como los demás, comenzó a armar jaleo. En ese momento gritó: «Qué ardentías tengo». La clase se quedó en silencio y el profesor ya había entrado en la clase sin que Juan lo viera. Por esta anécdota, le expulsaron varios días del instituto y desde ese momento, sus amigos le pusieron el mote.

No es de extrañar que en sus mensajes por la megafonía playera transmitiera humor, porque es un chirigotero de pies a cabeza. En el año 2007, apareció en la chirigota de Juan Antonio Canet, Las ajogaíllas (más gaditanas imposibles) y llegó a semifinales. El tipo de esta agrupación era de sirenas, situadas en el entorno de La Caleta y cuando finalizaba el popurrí se quitaban la ropa. En las actuaciones, aparecía en primera fila, en la de tenores.

Al año siguiente, el chirigotero salió en la agrupación Los de la carpa, con la que también llegó a semifinales del Concurso del Falla con el tipo de los diferentes componentes de un circo. Este año, también ha participado en el Carnaval, con el mismo grupo, llamado Los robó de cocina. Simulaba ser una máquina capaz de realizar todas las tareas del hogar. Llegó a cuartos de final.

El Ardentía, pese a sus 25 años, ya era un chirigotero popular en el mundillo del Carnaval antes de la polémica de la megafonía playera. Su apego por el humor hablado y cantado es anterior a su etapa como socorrista.

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Audio de la entrevista a Juan Antonio García, emitida por Punto Radio el pasado mes de enero en

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