Economia

Las familias mantienen su confianza en la Bolsa frente a la banca, que opta por vender acciones

Los inversores individuales controlan el 20% de las acciones cotizadas en España

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Los inversores particulares mantuvieron intacta su confianza en la Bolsa durante 2008, el que ha resultado el peor ejercicio de la toda historia para el mercado. Así lo subraya el informe sobre Estructura de Propiedad de las Acciones de Bolsas y Mercados, que apunta que la participación de las familias sobre el valor total de las empresas cotizadas en España ganó el pasado ejercicio una décima, hasta el 20,2%.

Lejos quedan, eso sí, los ratios de diez años atrás, cuando los pequeños accionistas -en pleno 'boom' bursátil- llegaron a controlar el 35,1% de los títulos. El descenso paulatino hasta los actuales niveles se debe a la fuerte apuesta de las familias por los depósitos y los productos remunerados, que se han llevado buena parte del dinero que antes se jugaba en la Bolsa. El análisis de 2008 revela también la falta de liquidez del sistema financiero, que en conjunto (bancos, cajas, fondos de inversión y pensiones y aseguradoras) rebajó su porcentaje en la propiedad de las acciones hasta el 15% de la capitalización total, 2,6 puntos menos que en 2007 y ocho por debajo del nivel de 1997, cuando este segmento alcanzó su mayor participación. Tras esta caída se esconden las ingentes ventas de títulos de las entidades en busca de dinero líquido.

Extranjeros

La huida de los financieros fue compensada por los inversores no residentes, que aumentaron de forma significativa su cuota hasta el 38,5% del valor de las cotizadas nacionales, la cifra más alta desde 1992, año en el que se comenzó a elaborar este tipo de estadísticas. Este salto se debe en parte a la toma de control de empresas por parte de accionistas extranjeros como, por ejemplo, la compra de Endesa por parte de la italiana Enel. También las empresas no financieras mejoraron su posición en 2008. Al cierre del ejercicio, estas firmas acaparaban el 26% del valor total, lo que supone también un máximo histórico. En este caso, la razón del incremento está en el buen número de operaciones cruzadas de compra de participaciones entre firmas.