CÁDIZ

La festividad del Corpus Christi

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La solemnidad del Corpus Christi tiene sus orígenes a partir del Concilio de Trento. Durante los siglos XVII y XVIII gozó de gran magnificencia por las características que imperaban en la época barroca.

Según algunos historiadores, para el origen de la fiesta hay que remontarse al siglo XIII y detenerse en la ciudad belga de Lieja donde, según la leyenda, una monja tuvo la visión de una luna llena ensombrecida por una de sus partes, lo que fue interpretado como que la Iglesia estaba entristecida por la falta de una fiesta que honrase al Cuerpo de Jesús Sacramentado.

A partir de entonces, comienza a cobrar vida la fiesta del Corpus, que Roma se encarga de extender por todo el mundo. A España llegó en la primera mitad del siglo XIV, siendo ciudades como Barcelona, Lérida y Valencia las primeras en celebrarlo.

Poco después dicha solemnidad comienza a ejercitarse en ciudades como Toledo y luego Sevilla, donde cobra un gran protagonismo. En Málaga, Jaén o Cádiz el arraigo también fue muy importante, aunque hay que reseñar que en un principio la festividad del Corpus fue denominada con los nombres «Festum de hoc excellentissimo Sacramento», «Dies Sacramenti» y «Festivitas Eucharistiae».

Hoy veremos, en la procesión de Jesús Sacramentado diversas novedades, positivas y no tan positivas, para el bienestar o el desagrado de los gaditanos. Por una parte, la disposición de palcos en la calle central de la plaza de San Juan de Dios. En este núcleo, rodeando todo el perímetro de la alfombra de serrín, realizada por la juventud cofrade de Cádiz, se han dispuesto, varias tribunas cubiertas por los habituales toldos, y desde donde tiene que ser todo un privilegio, presenciar la llegada de Jesús Custodiado y Sacramentado.

No tan afortunada ha sido la novedad de los altares. Este año solo tres cofradías han instalado monumentos eucarísticos en el itinerario. ¿Para qué se montan los altares? ¿Para glorificar a Jesús Sacramentado o para sacar pasta a su costa? Por otra parte, el Ayuntamiento de Cádiz, debería actualizarse, en la disposición de reposteros por las calles de la ciudad. Lleva colocando las mismas colgaduras veinte años. Lo mismo las cuelga en Semana Santa, en Corpus Christi que en el Trofeo Carranza. No le vendría mal al concejal de fiestas unas clases magistrales de mayordomía, impartidas por Pepe Valero o Joaquín Seisdedos. Otra de las novedades con respecto a otros años es el exorno de las fachadas del propio Consistorio y del edificio Amaya, siendo adjudicatarias de todo ello las empresas Planning y Arte Floral. En los exornos de estas dos fachadas, sí se palpa la mano de algún cofrade con arte.

El Perdón vuelve a su Altar

El Santísimo Cristo del Perdón ya se encuentra expuesto al culto tras el proceso de restauración al que ha sido sometido. Una restauración que ha llevado a acabo Pilar Morillo Pérez, licenciada en Bellas Artes y Restauradora Conservadora. La imagen del Señor ha quedado intacta, como si Luis Ortega Bru acabara de dar el último toque de remate. A veces da la sensación de que Cádiz no es consciente de la talla contemporánea tan majestuosa que tiene en la iglesia de Santa Cruz.

Probablemente, junto al Santísimo Cristo de la Caridad de la Hermandad de Santa Marta de Sevilla, la mejor obra de dicho imaginero sanroqueño. El pasado viernes, la Cofradía celebró la Santa Misa para celebrar su vuelta al culto.

Mesa redonda

El pasado lunes, 8 de junio, la Tertulia Cofrade Azul y Plata, celebró una mesa redonda en el Casino Gaditano donde se habló de la evolución de la información cofrade en la prensa escrita y su aportación a la Semana Santa Gaditana. El acto estuvo moderado por el cofrade gaditano, Manuel Bernal. Una tertulia muy atrayente, donde dichos contertulios expusieron con total libertad su visión de la Semana Santa, desde el cuerpo prismático del periodismo gaditano. Interesante exposición la de Gema Freire, dejó muy buen sabor de boca.