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Feto, teto y voto

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Voy a usar, intencionadamente, un lenguajo, un jergo sexisto y machisto. Es el único manero de entender, de interpretar, los últimos «paridos» del miembro Bibiano.

Pues eso. Que el feto de trece semanos no es un ser humano. Que el embarazo interrupto es lo mismo que un implante de tetos.

Y que -lo ha dicho el jefo, el del vuelo a Dos Hermanos en Falcon- ni el Papo ni los papos, ni el progenitor A ni el progenitor B, deben «interferir» en estos temos... Sólo el Papo Estado, el Papo Gobierno...¡faltaría más!

Él es el único legitimado como «educador del ciudadanío», del colectivo, del rebaño...

¿Y yo que me barrunto que aquí lo único que se persigue, se pretende, es que trepen los políticos al cargueto, al poltrono, aupados por los votos de los progresistos, los moennos, manipulados, pesebreros, ignorantos y cautivos?

Bueno, pues eso. Que «feto, teto y voto».

Y pasto televisivo p'al rebaño estabulado.