Para 2010 no podrán ofertarse plazas de nuevo ingreso en primer curso para las titulaciones de Licenciado, Diplomado, Arquitecto, Ingeniero, Arquitecto Técnico e Ingeniero Técnico./ Archivo
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Los orígenes del Proceso de Bolonia

La Carta Magna Universitaria y la Declaración de la Sorbona sentaron las bases de la actual reforma educativa

MADRID Actualizado: Guardar
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El 18 de septiembre de 1988 la comunidad universitaria europea, reunida en Bolonia para conmemorar el IX Centenario de su Universidad, firmó la conocida Carta Magna Universitaria, que marcó el inicio del actual proceso educativo. En ella, se sentaron los principios básicos de la reforma: la libertad de investigación y enseñanza, la selección de profesorado, las garantías para el estudiante y el intercambio entre universidades (el programa ERASMUS).

Tal y como reza el documento -al que se han adherido más de 600 centros de todo el mundo-: "las universidades alientan la movilidad de los profesores y de los estudiantes, y estiman que una política general de equivalencia en materia de estatutos, de títulos, de exámenes y de concesión de becas, constituye el instrumento esencial para garantizar el ejercicio de su misión contemporánea".

Nueve años después, la semilla plantada en Bolonia comenzó a dar sus frutos. En la Convención de Lisboa, celebrada el 17 de abril de 1997 en la ciudad lusa, los miembros del Consejo Europeo reconocieron las cualificaciones obtenidas en educación superior en Europa, que sirvió de apoyo a los ministros de Educación de Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido para suscribir en París, el 25 de mayo de 1998, la llamada Declaración de la Sorbona. En ella, se instaba al desarrollo de un Espacio Europeo de la Educación Superior (EEES) cuyos objetivos prioritarios eran: facilitar a los universitarios el acceso a una mayor variedad de programas y disciplinas, un mayor perfeccionamiento de los idiomas y de las habilidades en tecnologías de la información, fomentar el reconocimiento internacional de la titulación basada en ciclos y alentar la estancia de estudiantes y personal docente en centros ubicados fuera del país de origen.

De la Sorbona a Bolonia, de nuevo

Un año más tarde, el camino hacia un nuevo espacio europeo era ya una realidad. El 19 de junio de 1999, los ministros de Educación de 29 países, incluido España, sentaron en la Declaración de Bolonia las bases para la construcción del citado EEES conforme a unos principios de calidad, movilidad, diversidad y competitividad. Para ello, se marcaron como objetivo "la adopción de un sistema de titulaciones fácilmente comprensible y comparable", dividiendo las carreras en "dos ciclos principales": un primer ciclo de al menos tres años que permitiría obtener el título de grado y un segundo ciclo que permitiría obtener la maestría y el doctorado.

Asimismo, la Declaración establece la "promoción de la movilidad" a través de un sistema de créditos, como el ETCS, y el "fomento de la calidad de la enseñanza universitaria a través de criterios y metodologías comparables". También incluye la promoción de una dimensión europea de la educación superior.

Desde entonces, al llamado Proceso de Bolonia, que culminará en 2010, se han incorporado 46 países que han ido adaptando paulatinamente su normativa y sistemas de enseñanzas universitarios a la consecución de estos principios.