Roca había publicado un libro sobre experiencias eróticas. / V. MARTÍNEZ
NURIA ROCA PERIODISTA

«La tele es una caja de egos maravillosos»

La presentadora habla de su primera novela, 'Los caracoles no saben que son caracoles', ambientada en el mundo de la pequeña pantalla

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Pocos días antes de hablarnos de las vicisitudes sufridas por tres familias trasplantadas a remotas tribus, argumento del próximo reality televisivo que conducirá, Nuria Roca nos hace partícipes de su primera incursión en la novela. Los caracoles no saben que son caracoles es la historia de una mujer, mediada la treintena, divorciada, insatisfecha en todos los ámbitos, que ha de enfrentarse a un drama familiar.

-¿Cómo se embarcó en este proyecto?

-Tras el éxito de un libro sobre experiencias eróticas la editorial me animó a escribir una novela pura y dura. Cuando inicié la escritura tan sólo tenía el personaje y el inicio, no sabía nada más del resto.

-La protagonista es una mujer insatisfecha rodeada de señores tan inmaduros en el plano afectivo como torpes en la cama.

-¿Torpes? Ella también lo es. Superar la insatisfacción es el trabajo que lleva a cabo con su psicóloga. Es un camino para reconocer que estamos rodeados de gente maravillosa, que hemos de ser conscientes de la suerte que tenemos. Hay mucho de excepcional en nuestra vida.

-Durante cuatro años ha dirigido un programa radiofónico llamado Consultorio Seximental. ¿Podría comentar unas estadísticas que ha publicado una revista nacional? Por ejemplo, que el 30% de las mujeres de este país confiesa que quiere hacer el amor más de cuatro veces cada noche.

-¡Yo eso no me lo creo! ¡Qué fatiga! El sexo está para obtener satisfacción, no para convertirlo en un agotador trabajo.

-El mismo informe revela que un 27% de las pamplonesas ha llevado a cabo un trío con dos hombres.

-Me parece un porcentaje elevado, pero, vamos, que siempre que sean satisfactorias... No creo que esté mal o bien, simplemente indica que la sociedad evoluciona y que ya no existen distinciones entre los comportamientos según el sexo.

-Su personaje trabaja en la producción de un concurso de televisión y, de alguna manera, parece desmitificar las entretelas del espectáculo.

-No es glamouroso ni divino, a mí me asombra la capacidad de fascinación que ejerce sobre la gente que no pertenece al medio. Es una montaña rusa a la que te acostumbras, que incluso tiene algo de excitante aunque tu vida se vuelva irregular.

-Por cierto, Clara, la heroína, forma parte del equipo que pone en marcha un programa de humor para la sobremesa, presentado por una estrella muy guapa pero un poco sosa, una imposición de la cadena, al parecer. El proyecto fracasa estrepitosamente. ¿No teme que Carolina Cerezuela no la vuelva a invitar a merendar?

-¡Qué maldad! Lo bueno que tiene escribir es que es un ejercicio de libertad. Me sirve para criticar un mundo que adoro, pero no está inspirado en nadie en concreto.

-¿La crisis también ha llegado a ese universo particular?

-Sí, la publicidad ha caído y los presupuestos, antes amplios, se han reducido, lo que se traduce en que hay menos posibilidades y se debe trabajar más por el mismo dinero.

-¿Ustedes, los que, literalmente, dan la cara, tienen mayor responsabilidad sobre el éxito y fracaso en circunstancias tan adversas?

-Ni triunfamos tanto como nos creemos ni fracasamos tanto como nos dicen. La tele es un collar de piececitas, aunque también una caja de egos maravillosos.

Explotación laboral

-¿Qué piensa de la situación de Jesús Vázquez, que ha llegado a presentar tres programas? ¿Es explotación laboral? ¿Las ONG de derechos humanos tendrían que tomar cartas en el asunto?

-Je, je. Es un privilegiado, un virtuoso y talentoso. Alguien que hace muy bien su labor y, por tanto, es requerido por los de arriba.

-¿Pero no hay también presentadores que, como sus caracoles, no saben que no son presentadores?

-Sí, claro, pero la culpa no es de ellos, sino de aquellos que están empeñados en que lo sean, aunque quizás lo de bueno o malo en esta profesión puede ser tan sólo una cuestión de gustos.

-Dados los antecedentes entre literatura y show woman, ¿no teme que los investigadores le busquen un plagio o un negro que llevarse a la boca?

-Me encantaría, que lo busquen.

-En el medio catódico hay una tradición narrativa importante. ¿Con quién le gustaría que la comparasen? ¿Con Ángeles Caso o con Ana Rosa Quintana?

-La duda ofende.