El doctor Iñaki Lete presenta la encuesta de Bayer Schering./ J. A.
Sociedad

El reino del preservativo

Pese al imparable ascenso de la píldora, el preservativo es empleado por una de cada tres mujeres españolas menores de 24 años como método anticonceptivo

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Las españolas controlan su sexualidad, planifican la maternidad, y los anticonceptivos son una realidad asentada, pero aún no lo suficiente. Más de dos millones de españolas en edad fértil se arriesgan a un embarazo no deseado por practicar sexo sin protección o por mal uso de los anticonceptivos. Los expertos calculan que en torno a un 10% de ellas, unas 200.000, quedarán finalmente embarazadas y la mitad más o menos abortará. Estas estimaciones coinciden con las últimas estadísticas oficiales; en 2007 abortaron en España cerca de 120.000 mujeres.

La presentación de la VI Encuesta Bayer Schering Pharma sobre Anticoncepción en España trajo a colación estos datos, reflejo de un problema, pero también espejo de una realidad más positiva. En 1997, año de primer muestreo, el 51% de las mujeres consultadas no utilizaba ningún método anticonceptivo. En la actualidad ese porcentaje se reduce al 21%, menos de la mitad, lo que indica «que hemos ido en la buena dirección», explicó Isabel Serrano, presidenta de la Federación de Planificación Familiar y miembro del Equipo Dafne, encargado del trabajo.

Hoy, como en los últimos años, el preservativo es el «rey» de la anticoncepción, con un 37,3%, seguido de la píldora (17,9%). Aquí se hace un uso «un tanto forzado del preservativo», a juicio de Javier Martínez Salmeán, jefe de Ginecología del Hospital Severo Ochoa de Madrid y uno de los expertos que asesoran al Gobierno sobre la nueva ley del Aborto.

España está 20 puntos por encima del promedio de uso del condón en la UE (18%), y a distancia sideral de países como Francia, donde apenas lo utiliza un 6% de las mujeres.

El 38% entre las españolas se explica por la llegada tardía de la píldora, el miedo al sida en la década de los 80 y campañas institucionales de impacto como el célebre «Póntelo, pónselo». Es un dato positivo aunque de doble filo, dice Martínez Salmeán, porque un 8% de las mujeres que se protege así hace un «uso inconsistente» del condón. Es decir, a veces lo utiliza y a veces no.

Ruleta rusa

Dieciocho de cada cien mujeres en edad fértil (entre 15 y 49 años) se encuentran expuestas a un embarazo no deseado por no usar métodos anticonceptivos, por hacer mal uso del preservativo o por recurrir a técnicas ineficaces y aplicarlas mal, según la encuesta de Bayer Schering.

Es como «jugar a la ruleta rusa», ilustra Martínez Salmeán. La estadística dice que una mujer sexualmente activa tiene grandes probabilidades de embarazarse con sólo cinco «episodios» de mal uso o desuso del preservativo, y se calcula que esta práctica pone en riesgo de embarazo no deseado a unas 936.000 españolas.

A éstas se suman casi 1,2 millones más que no utilizan ningún método, ni bien ni mal, por razones varias, rechazo de la pareja, temor a los efectos secundarios de la píldora, o en absurdos periodos de descanso de la píldora anticonceptiva para los que no hay «ninguna justificación científica ni médica», subrayó Martínez Salméan.

Frente a quienes se arriesgan a un embarazo no deseado están las que se aseguran con el procedimiento más recomendable para las relaciones ocasionales o con parejas distintas; el 1,5% de las españolas se apunta al doble método, píldora más condón.

Un porcentaje aún exiguo pero que triplica los datos de hace sólo un año. Al resto que se reparte entre otros métodos -ligadura de trompas, pareja vasectomizada, DIU, anillos, parches, coitus interruptus, Ogino- aceptados por la Iglesia católica, se acoge un insignificante 2,8% de las españolas en edad fértil, insuficientes para llenar las manifestaciones contra el aborto que alienta la Iglesia. «Eso debiera servir para que cuando hable Rouco Varela tenga un poco de rubor», criticó Martínez Salmeán, que calificó al presidente de la Conferencia Episcopal de «persona patética». Según la encuesta, las franjas de edad de mayor riesgo de embarazo indeseado son las de 25 a 29 años y también de los 45 a 49 años, en puertas de la menopausia, cuando muchas mujeres se descuidan creyéndose ya infértiles.

Por regiones, las de mayor uso de anticonceptivos son Madrid, ambas Castillas, Galicia, Asturias y Cantabria, todas con porcentajes medios del 82% entre las mujeres encuestadas. Un poco por debajo (81%) se encuentran Andalucía y Extremadura. En Cataluña el porcentaje de usuarias es del 78%, y un punto menos en el área que conforman Aragón, La Rioja, Navarra y País Vasco. Canarias y Baleares (75%) y, sobre todo, Levante y Murcia (73%), son las comunidades donde menos se recurre a los anticonceptivos.

En conjunto, el sondeo muestra una cierta «estabilización» en el uso de anticonceptivos de barrera y hormonales después de haberse multiplicado por dos en la última década. Se necesita, insiste el Equipo Daphne, un mayor esfuerzo de las administraciones sanitarias para generalizar el acceso fácil y el uso de los distintos métodos anticonceptivos para bajar la tasa de embarazos no deseados y de abortos. A ello debe contribuir la estrategia de educación sexual y reproductiva que acompañará a la nueva ley del aborto.

España tiene una tasa de aborto baja en relación a otros países europeos, de 11,4 por cada 1.000 mujeres en edad fértil, y «será difícil bajar de ahí, pero si no se hace nada esa tasa subirá, y más ahora en tiempos de crisis, cuando hay menos disponibilidad para gastar en métodos anticonceptivos o para sacar adelante a más hijos», argumenta Serrano.