En la imagen, el periodista y principal valedor de la campña de apoyo a los autónomos, Félix Madero./ Redacción
manifiesto de apoyo al colectivo

Radio de los autónomos

Punto Radio ha apostado por unos trabajadores que llevan años ganándose la vida sin más beneficio que su trabajo

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Esta que empieza a leer, estimado lector, es la cuarta y última entrega de una serie de artículos escritos pensando en los autónomos de mi país. Lo que está leyendo es la despedida de un periodista ante un colectivo que le ha mejorado como persona, que le ha hecho más humano. El hasta luego de un periodista que ha crecido en estas últimas semanas pendiente de aconteceres e historias firmadas por tantos y tantos amigos que desde su condición de autónomos han contado su vida. Han relatado sus éxitos, han narrado sus fracasos, y han firmado una sentencia: no nos rendiremos.

Este movimiento en defensa del autónomo y del pequeño y mediano empresario nacido en Punto Radio salió al aire, como tantas cosas importantes en la vida, por casualidad. Son tantas las veces que un periodista no sabe lo que tiene entre sus manos que, si ustedes lo supieran, seguramente se escandalizarían. Sabemos algunas cosas, ignoramos muchas más. Esta casualidad, este impulso abierto y desafiante en defensa de millones de autónomos ha marcado en nosotros un punto en nuestra memoria. La ha marcado también en la corta historia de la radio más joven de España, Punto Radio. Que haya sido precisamente una cadena de emisoras con cinco años la que haya apostado por unos trabajadores que llevan años ganándose la vida sin más beneficio que su trabajo puede ser coyuntural. O no. Es, posiblemente, el latido de un grupo de periodistas empeñados en hacer de su trabajo una actividad justa, sensata y útil.

Quizá alcanzar relevancia y brillantez ante la audiencia sea más fácil y prometedor, pero esa no ha sido nuestra intención.

Tuvimos una idea: creernos necesarios ante la injusticia. Tuvimos una oportunidad, encontrar a miles de españoles apurados, agobiados, desnortados. Encontramos un motivo: el autónomo, sus familias, sus pequeños trabajos. Sus biografías rotas. Nos pusimos en su lugar, y la radio hizo causa con ellos. Será muy difícil entender la historia de Punto Radio sin comprender este momento de defensa y reivindicación de los autónomos.

Algunos tenemos la sensación del valor de esta apuesta. Nos ha mejorado como personas. Como trabajadores. Como seres humanos. Como si toda la vida hubiéramos sido eso: pequeños trabajadores. Autónomos.