Imagen de archivo de las obras de la 'Y' vasca vigilada por ertzainas.
lucha antiterrorista

El entorno de ETA planea una campaña de acoso a los concejales de los pueblos por donde pase el TAV vasco

Según se indica en un documento interno de la banda, «el ambiente debe convertirse en insoportable para los responsables del proyecto», incluídos los miembros del PNV

BILBAO Actualizado: Guardar
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El entorno de la banda terrorista ETA planea una campaña de acoso en los municipios por los que pasará el Tren de Alta Velocidad (TAV), con ataques que se dirigirán tanto a las obras como a los concejales de esas localidades, incluídos los del PNV.

"En los pueblos el ambiente debe convertirse en insoportable para los responsables del proyecto, sobre todo concejales y alcaldes", afirma un documento interno de los terroristas al que ha tenido acceso TVE.

Esto supondría que, por primera vez, entre los objetivos se encontrarían cargos electos del PNV. "Si hay alguien que puede parar el TAV es el PNV", señala el exto, en el que se dice que "hay que exigir a alcaldes y concejales de nuestra localidad que paren el proyecto", añadiendo que "será importante que estén en nuestro punto de mira los ayuntamientos".

La construcción de la conocida como 'Y' ferroviaria vasca se ha convertido en los últimos años en uno de los objetivos prioritarios de ETA, que ha atentado en repetidas ocasiones contra empresas adjudicatarias de las obras, entre ellas, la propia Altuna y Uría, de la que era propietario Ignacio Uría, asesinado en diciembre, y contra el edificio de la constructora Ferrovial Agromán, en el Campo de las Naciones de Madrid, en febrero.

Planificación para varios meses

Los documentos incluyen una planificación para varios meses del trabajo de oposición a las obras del tren de alta velocidad y contemplan diversos tipos de iniciativas, desde movilizaciones ciudadanas, a actos de desobediencia y actuaciones intimidatorias hacia quienes tienen alguna relación con el proyecto.

Los planes del entorno de ETA comenzaron a prepararse el pasado año, antes de las pasadas elecciones autonómicas, y contienen previsiones hasta el otoño próximo. Los documentos de la izquierda abertzale consideran que el proyecto del tren de alta velocidad fortalece la unidad de España y proporcionada "notables dinerales para la oligarquía vasca".

Al establecer las líneas de trabajo contra el TAV señalan que deben conseguir "oportunidades para detener al tren" y defienden la creación de "una situación insoportable para los defensores del proyecto" recurriendo a lo que llaman "presión". "En la medida que el proyecto avance, los promotores del TAV deben saber que sufrirán presión popular -se indica-. Ante los ciudadanos van a aparecer los promotores como sinvergüenzas que harán más precario nuestro modus vivendi, siendo artífices de la disgregación de nuestras tierras con la finalidad de llenar sus bolsillos".

Trabajo ideológico

El texto destaca la importancia de realizar "trabajo ideológico" contra quienes "defienden o promueven" el proyecto de la alta velocidad, pero añadiendo que es "imprescindible que haya una presión directa, además de ideológica". Añaden que "debe ser permanente el trabajo que se haga contra los responsables del proyecto" y sitúan como objetivo de esa presión a los alcaldes y concejales.

"Presionando a los empresarios quizás podamos conseguir que abandonen su participación en el proyecto, pero es posible que tras él otro empresario coja el testigo de las obras -se afirma-. Queda por tanto claro que aunque la presión debe ir dirigida contra cualquier responsable tendrán prioridad concejales y alcaldes ya que los partidos a los que pertenecen son los principales valedores del TAV".

Aprovechar "mediáticamente" los ataques

El entorno de ETA prevé realizar actuaciones en las obras del TAV, aunque reconoce que "nos va a ser muy difícil acercarse físicamente a las obras". Sin embargo, indican que cuando haya "unos cuantos kilómetros construidos" habrá más oportunidades de hacerlo. El documento reconoce las limitaciones de actuación ya que señalan que "si un día nos encadenamos, al de pocas horas las obras de nuevo estarían en marcha o en caso de producir daños materiales, al día siguiente traerían una nueva maquinaria. En definitiva, conseguiríamos retrasos, pero no interrupción".

Los autores del documento abogan por aprovechar "mediáticamente" lo que se haga "para representar la confrontación y para demostrar que hemos interrumpido las obras". La planificación de las actuaciones contra las obras contempla la celebración de movilizaciones que irían seguidas de un "chaparrón de iniciativas" en "todas las localidades de Euskal Herria donde haya responsables del TAV, responsables tanto económicos como políticos: partidos, empresas constructoras o de basura o servicios en las canteras que demuestren una implicación en las obras". Para estos colectivos se aboga por realizar un "marcaje".

También han previsto realizar una iniciativa bajo el lema de "no pagues el TAV" consistente en un boicot a las empresas mediante la negativa a abonar los servicios de transporte en tren para que "no perciban dinero las personas que hayan participado en la construcción del tren". En este contexto se ha estudiado establecer citas en algunas localidades para viajar a ellas en tren sin abonar el billete o declarar días en los que no se pagarían las tarifas.