LA CASAPUERTA

Por las nubes

Vaya puyazo le ha clavao el recién creado Observatorio del Comercio, apadrinado por el Gobierno en el lomo milenario de esta ciudad que parece haberla fundado los fenicios para sufrir, condenada por los siglos a ser la Cenicienta del país. Es vergonzoso y lamentable lo que pasa con Cádiz. Alguien tiene que tener la culpa de la larga agonía de esta ciudad, que camina como un zombi a ninguna parte. Y para colmo de los colmos, somos la segunda ciudad más cara de España detrás de Bilbao. Eso dicen ahora... Después de muchos años arrastrando el mismo problema perjudicando de una manera brutal los bolsillos de los consumidores, sobre todo, de los trabajadores y de las clases más desfavorecidos. Es una verdadera tragedia y una ignominia lo que están haciendo con Cádiz. ¿Todos! Ese 'todo' que a su libre albedrío ha tocado la orquesta sin partituras y sin director al hilo de sus intereses.

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No se salva ni el gato. Desde bancos y cajas de ahorros, pasando por mayoristas, minoristas, detallistas, intermediarios y más intermediarios que siguen llenando sus alforjas bandoleras a costa de la sangre de los más humildes de la ciudad con más paro de Europa. Mención a parte merecen los políticos. Responsables directos de la decadencia y el declive. De nuestra ruina. De nuestra eterna pobreza. Nos venden humos y nos lo creemos. Nos confiamos en los bocazas de turno que nos prometen el oro y el moro para callar nuestras debilitadas voces y nuestros frágiles estómagos nutridos por el made in China de las grandes superficies a un 400% superior al precio de otras caitales. Vergüenza les debiera dar a todos. ¿Sí, a todos! Vergüenza de engañar y de robar con alevosía, a una vieja y legendaria ciudad, mostrándoles el perfil más tétrico y detestable de sus pingües negocios y arcaicas ideas.