Los héroes de la Davis vuelven a casa

Con mayor expectación de medios de comunicación que de aficionados, dadas las horas que eran, las cinco de la madrugada del martes, y la gélida temperatura reinante en Madrid, los héroes de la Copa Davis regresaron a casa y no encontraron ningún grito de apoyo ni pancarta de felicitación en el aeropuerto de Barajas. Apenas un par de familiares y amigos de los campeones y algún seguidor que quiso inmortalizar la llegada se dieron cita en el aeropuerto, donde Fernando Verdasco, Feliciano López, David Ferrer, Marcel Granollers, y el capitán que se ha despedido, Emilio Sánchez Vicario, se presentaron con las respectivas réplicas de su trofeo, pero sin la Ensaladera. No llegará a España hasta el 4 de diciembre, ya que se encuentra en Londres para que sea inscrito, por tercera vez, el nombre de España como campeona de la Davis.

La hora y el día no invitaban a acudir a Barajas a dar personalmente la enhorabuena a los jugadores, pero no había otra posibilidad, ya que el avión procedente de Buenos Aires partía a las dos de la tarde del lunes (hora local) y aterrizaba en el aeropuerto madrileño doce horas después. De haber coincidido durante un fin de semana, los jóvenes habrían aprovechado la noche de fiesta para juntarse de madrugada con sus ídolos, pero el viernes, el sábado y el domingo Verdasco y Feliciano estaban escribiendo en Mar del Plata una de las páginas más gloriosas del tenis español. Después de las celebraciones y medio día de viaje, los jugadores y el técnico llegaron exhaustos, pero radiantes, sin despertar aún del sueño hecho realidad en Argentina, donde España se adjudicó su primera Copa Davis a domicilio, cuando, sin Rafa Nadal, nadie confiaba en este grupo de jugadores.

Tenían caras de estar muy cansados, aunque Verdasco, tras reencontrarse con su tío y fundirse con él en un abrazo, reconocía que había aprovechado el vuelo para dormir. «Llevo 10 horas descansando», aseguraba el jugador madrileño. El autor del punto definitivo ante Argentina reivindicó la fuerza del grupo para alcanzar un hito en el que también han colaborado Rafa Nadal, Tommy Robredo y Nicolás Almagro. «La Copa Davis es equipo. ¿El triunfo es de todos por igual!», sentenció Verdasco, el jugador más requerido, junto a Feliciano, por cámaras de televisión y fotógrafos. El jovencísimo Granollers, sustituto del lesionado Nadal, también tuvo su momento de gloria al posar con su réplica al lado de Emilio, que quiso ceder el protagonismo «a la mejor generación de tenistas que ha tenido España», según destacó el ya ex capitán de la Davis.