MÍTICOS. El libro permitirá conocer las entrañas del grupo. / LA VOZ
Cultura

Historia de amor (y odio)

El batería Michael Stuart-Ware relata en un libro sus vertiginosos años junto al legendario grupo Love

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«Oye, papá, ¿no es ese tu antiguo grupo?». Primavera de 1998. Brent, el hijo de doce años de Michael Stuart-Ware encuentra una copia del álbum recopilatorio Love Story 1966-1972 de Love en una tienda de discos. Su pregunta despierta en su padre un cúmulo de recuerdos sobre su participación como batería del legendario grupo norteamericano. Los mismos que unos años después quedaron fijados en las poco más de trescientas páginas de Entre bastidores. De viaje con el grupo Love (2008), la nueva obra que Metropolitan Ediciones pone ahora en las librerías tras los volúmenes publicados la pasada temporada y dedicados a Nick Drake e Ian Curtis y Joy Division. Michael Stuart-Ware relata en primera persona su trayectoria vital y musical, ligada en principio a The Sons of Adam y después a los multiraciales Love. El relato nos permite conocer las entrañas y el contexto social y cultural del grupo entre 1966 y 1970, un periodo de gloria que deparó la edición de obras capitales de la psicodelia folk- rock como Da Capo (1967) y, sobre todo, Forever Changes (1967), un álbum fundamental situado por la crítica en la galería de obras maestra de aquella década, junto a otras piezas ineludibles como Pet Sounds (1966) de The Beach Boys o Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (1967) de The Beatles.

Publicada en Gran Bretaña en 2003, la narración de Stuart-Ware tiene bastante de desmitificadora y, como en el caso de otros muchos grupos de aquella década, pone de manifiesto el devastador efecto que tuvieron las drogas en las vidas y la creatividad de los músicos: «una vez que las drogas invaden el nido, no queda espacio para otro tipo de intereses».

Una historia novelada

Directo y gráfico, el batería describe la vertiginosa vida del grupo asentado en Los Ángeles de manera novelada, apoyado con diálogos y desde una perspectiva de personaje secundario que destierra la dulce nostalgia para contrastar sin concesiones aspectos positivos y negativos de su aventura junto a Arthur Lee, Bryan Maclean, Kenny Forssi, John Echols y Alban Snoopy Pfisterer, muchos de ellos ya fallecidos. Especialmente significativas son las declaraciones del propio Snoopy ofreció a un despistado locutor de radio a finales de los ochenta cuando le solicitó su balance sobre aquella era hippie: «En Love no había nada de amor. Había odio. Ése sería un nombre más adecuado para el grupo».

No obstante, ninguna circunstancia personal puede enturbiar la brillante trayectoria musical recogida en sus cuatro primeros trabajos. Las posteriores resurrecciones de la banda, bajo la dirección de su líder Arthur Lee, fallecido en 2006, sólo sirvieron como añorantes, y en muchos casos decepcionantes, recordatorios de una historia que merece ser contada y conocida.