TRIBUNA

La autopista de la droga

Un título muy sugerente para un fin tan perverso. Sanlúcar, Sevilla y Guadalquivir son nombres con historia, cultura, comercio y tradición que no merecen ser manchados con esta última actividad ilícita con la que han bautizado al curso del río Guadalquivir desde Sanlúcar a Sevilla llamándole la autopista de la droga. Las mafias organizadas que controlan el negocio de las drogas utilizan una entrada fácil en nuestra costa por un hueco incomprensible dejado por el SIVE en su blindaje de todo el litoral desde Cádiz hasta Almería como si fuera una torre-vigía o unos grandes ojos que ven todo lo que se aproxima a nuestras costas, ya sean pateras de la inmigración o planeadoras de la droga y se han dejado este trocito tan utilizado ahora. El SIVE es costoso pero muy eficaz. Cuando lo implantó el gobierno del PP se criticó por su elevado coste, pero hoy todo el mundo lo acepta y lo echamos de menos donde no está implantado como en los diez kilómetros de playa desde el faro de Chipiona hasta Bonanza, que se está convirtiendo en la mayor puerta de entrada de droga a Europa. Las razones que lo justifican son varias y algunas fáciles de combatir, aunque desgraciadamente no se está haciendo.

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Una causa es el hueco dejado por el SIVE, que sería fácil de tapar porque existe un equipo portátil, montado sobre un trailer, que no se está usando y que no necesitaría inversión y sólo unos pocos operadores de la Guardia Civil. Otras causas son socioeconómicas de una zona castigada con la tasa más alta de paro de la provincia, con una agricultura de primor, fundamentalmente hortofrutícola y de flor cortada, en crisis, así como una pesca que está pasando por sus peores momentos. Con estas circunstancias llegan los narcos y ofrecen dinero abundante, fácil y a penas sin riesgos. Llegan a ofrecer hasta seis mil euros por un alijo, aunque se está bajando por la cantidad de gentes que se ofrecen y al ser Cádiz la provincia andaluza donde más droga se incauta y menos se condena, se ha perdido el miedo a delinquir. Por todas estas causas se dan las circunstancias idóneas para el establecimiento de unas mafias muy potentes que han pasado del tabaco al hachís y ahora a la cocaína con muchos y sofisticados medios y buenos abogados que están impidiendo que las investigaciones lleguen a la cúpula de las organizaciones mafiosas. El incremento de la inseguridad en la zona es evidente con secuestros, tiroteos e incluso abucheos a los cuerpos de seguridad.

Frente a los modernos y abundantes medios que utilizan los narcos con helicópteros, aviones, lanchas rápidas y vehículos de todo tipo, nos encontramos al otro lado con unos medios muy precarios en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, donde a la sequía de medios humanos se une la carencia de vehículos con un parque muy desgastado y sin presupuesto para mantenimiento ni repuestos y hasta sin partidas para lavarlos. Carecen de visores nocturnos suficientes y de patrulleras marítimas que se han llevado a combatir la inmigración en Senegal, Mauritania y Ceuta. Aun así tienen unos resultados muy satisfactorios por su profesionalidad y entrega que son encomiables y dignas de resaltar Si a los narcos los defienden unos equipos jurídicos muy especializados, nosotros presentamos carencias de fiscales y jueces y también de una necesaria unificación de criterios en cuanto a las autorizaciones judiciales para las escuchas telefónicas, que cada día nos sorprenden con el lamentable espectáculo de que mientras el Supremo y la Audiencia Nacional están condenando a los narcos detenidos en Cádiz, la Audiencia Provincial absuelve más que condena por los mismos motivos. También habría que cambiar la ley para permitir un aumento progresivo de las penas acorde con la cuantía de lo incautado.

Otra situación muy preocupante es que esta actividad ilícita se está aceptando con normalidad en la zona. Es muy fuerte oír a un crío decir que cuando sea mayor quiere ser traficante como su padre o a unos adolescentes que no encuentran alicientes en el estudio pues alijar les proporciona dinero abundante, rápido y sin esfuerzo y por ello consideran que no es necesario estudiar para tener un buen nivel de vida. Hace bastante tiempo que la coordinadora antidroga Nexos viene denunciando esta situación y advirtiendo que Sanlúcar sigue los pasos de lo que fue Barbate. La situación de crisis económica de la construcción, pesca y agricultura en la zona no se corresponde con lo reflejado en el anuario económico de la Caixa, que dice que el parque móvil se ha duplicado en cinco años, de donde es fácil deducir -junto al incremento de las incautaciones- de donde proviene esa mejora en la calidad de vida de algunos ciudadanos. Ante todo lo expuesto creemos que hay que tomar medidas por parte de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, así como concienciarnos de que no podemos perder esta batalla. Por parte del PP hemos presentado una Proposición no de ley exigiendo al gobierno que amplíe el SIVE a la desembocadura del Guadalquivir, se instale en Sanlúcar una base permanente de patrulleras del mar de la Guardia Civil y se aumente el número de efectivos policiales. Quedan las medidas judiciales y legales para combatir esta lacra tan importante y nefasta que nos invade y ante la que no podemos bajar la guardia.