NAZARET. En agosto de 2007 un incendio en estos pisos sobresaltó a todo el barrio. / T. S.
Jerez

La respuesta de las administraciones

Incendios o derrumbes en las viviendas obligan al Consistorio a poner en marcha un protocolo de actuación que, aunque no exista como tal, intenta ayudar a las familias afectadas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hay muchos casos en los que un incendio o un derrumbe en una vivienda ha dejado en el más absoluto desamparo a la familia que habitaba en el inmueble afectado. Una dura realidad que suelen sobrellevar con la ayuda de los suyos, aunque el respaldo de las administraciones públicas es importante para quienes no tienen seguros en sus viviendas o su economía no les permite llegar a fin de mes.

En el mismo momento que se detecta uno de estos dos casos, el Ayuntamiento de Jerez pone en marcha un protocolo de actuación que, aunque no existe como tal -ya que no está escrito-, determina las actuaciones que se van a llevar a cabo en cada una de las delegaciones que tendrán que intervenir para hacer que este problema pueda tener solución de la forma más inmediata posible.

No obstante, en un alto número de casos, los afectados acaban sintiéndose abandonados, olvidados por las administraciones, algo que han manifestado de forma pública algunos de ellos en más de una ocasión. Y es que se han dado casos en los que las familias han vuelto a unos hogares totalmente apuntalados que, lejos de darles seguridad, llena su día a día de intranquilidad ante la amenaza constante del desplome del inmueble.

Es importante recordar que en las últimas semanas, los incendios han tomado protagonismo en la ciudad. A mediados de mes, una oleada de fuegos provocados azotó a buena parte de la Zona Norte -causando graves desperfectos en un edificio de la calle Duelas, del barrio Eduardo Delage, del que tuvieron que desalojar de inmediato a 30 familias-, mientras que hace apenas cuatro días en Los Cedros un nuevo susto -esta vez accidental- provocó que 80 personas tuvieran que salir de sus casas en medio de la noche. Ambos casos desencadenaron el protocolo de actuación municipal.

1 La llamada

Cuando se detecta un incidente de las características de un incendio o un derrumbe, el primer paso que se da corre a cargo de la Policía Local. Además de los avisos lógicos en estas circunstancias, en ese preciso momento, desde el Área de Seguridad se ponen en contacto inmediato con la Delegación de Urbanismo y Políticas Sociales para detallar lo ocurrido y dar parte de la situación.

2 Valoración

Una vez que Bomberos, sanitarios -si hiciera falta- y Policía controlan la situación, es el área de Urbanismo quien procede a dar el siguiente paso. Los técnicos de esta Delegación se encargan de valorar si el inmueble dañado es habitable o no y en el caso de que informen de forma negativa, al considerar que hay riesgo para los inquilinos del edificio, es Infraestructura y Viviendas, dirigida por Antonio Fernández, quien coge el relevo.

3 Realojos

De esta forma, «nosotros actuamos dependiendo del tipo de vivienda con la que nos encontremos. Es decir, hay que tener en cuenta que se tomarán medidas diferentes si hablamos de un piso perteneciente a Emuvijesa, a la Junta de Andalucía o si es propiedad privada. Además, hay que comprobar si existe un seguro o no», explica Antonio Fernández, delegado de Vivienda. Es más «si nos encontramos con que el incendio o el derrumbe en cuestión se ha originado en un vivienda de protección oficial inmediatamente comenzamos la búsqueda de un piso de Emuvijesa que tengamos vacío. Si se da la circunstancia de que no tenemos en ese momento, la solución pasa por realojarlos temporalmente en el albergue municipal o en algún hotel de la ciudad», detalla el responsable local.

Si la vivienda es de la Junta de Andalucía el procedimiento es el mismo, aunque «no hacemos nada sin que la Administración andaluza esté al tanto de todo».

En el caso de que el inmueble sea privado, «siempre se intenta ver cómo es la situación de los afectados. En la mayoría de estos casos, los vecinos suelen tener seguros que cubren los daños y se alojan temporalmente en casa de algún familiar hasta que se solventa el problema. No obstante, si se nos pide ayuda intentamos darla en todo lo que podemos», indica Antonio Fernández. Algo que el responsable municipal asegura que «hemos hecho en varias ocasiones como, por ejemplo, con la familia que sufrió un incendio en su casa de la avenida de Nazaret, ya que les ayudamos en algunas cosas».

Eso sí, el propio responsable municipal reconoce que «los realojos que nosotros llevamos a cabo son provisionales -de uno o dos meses-», por lo que muchos vuelven a sus viviendas trascurrido ese tiempo o tienen que buscar ayuda fuera de las administraciones hasta que tengan la suerte de que se les adjudique un piso de protección oficial. Y es que «los recursos son limitados».

braguilar@lavozdigital.es