Como lo haría mamá

i hablamos de Josefa Bernabé Trujillo, quizá muchos dirían que estamos ante un personaje casi desconocido por los jerezanos. Sin embargo, si hablamos de la popular Pepa y de su restaurante de Madre de Dios, la cosa cambia. Estamos ante una luchadora nata. «Llegué a Jerez con una mano delante y otra detrás. Dos hijos pequeños y un marido que tuvo que coger la jubilación anticipada por problemas con la vista. Habíamos estado unos años trabajando en la venta de La Parra, que era de mis padres. Así que yo quería hacer un lugar de comidas caseras, como una fonda, sin mantel y con cuchara. Pero bueno, ya sabes, vino eso de que todos tenemos que comer en restaurantes y tuve que sacar licencia de apertura de un tipo de negocio distinto al que tenía en mente», comenta. Pepa es toda una institución.