El banco español adquirirá las 197 sucursales que el B&B, el octavo banco del Reino Unido, tiene en el país. /EFE
confirmado por el gobierno británico

El Santander compra los depósitos y las sucursales del Bradford & Bingley

La operación está valorada en unos 27.280 millones de euros, correspondientes a 2,5 millones de ahorradores, y se realiza tras la nacionalización del octavo banco británico por el Gobierno

LONDRES Actualizado: Guardar
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El Santander, dueño del Abbey, ha comprado los depósitos y las sucursales del Bradford & Bingley (B&B) una vez confirmada la nacionalización del banco por el Gobierno británico, según un comunicado difundido por el Departamento de Economía. Minutos antes, el regulador de los servicios financieros del Reino Unido (FSA) había suspendido de forma temporal la cotización de las acciones del banco británico.

De esta manera, el Santander, en proceso de completar la adquisición del Alliance & Leicester, compra unos depósitos valorados en unos 22.000 millones de libras (unos 27.280 millones de euros), correspondientes a 2,5 millones de ahorradores. La entidad financiera española, por medio de el Abbey, desembolsará 612 millones de libras (773 millones de euros) en la compra.

El banco español también adquiere las 197 sucursales que el B&B, el octavo banco del Reino Unido, tiene en el país. "Los depósitos y la red de sucursales serán tomadas por el Abbey. Los detalles serán revelados después", indicó un portavoz del Santander, en clara referencia al esperado anuncio que hará el Gobierno antes de la apertura el lunes del mercado de Londres. Las hipotecas del banco, de unos 41.000 millones de libras (unos 52.080 millones de euros), permanecen en manos estatales, según los medios británicos.

Respaldo del Gobierno británico

El ministro británico de Economía, Alistair Darling, ha defendido hoy la decisión de nacionalizar el B&B y vender parte del negocio al Santander para proteger todo el sistema bancario.

Darling ha explicado que el Gobierno hará todo lo posible por mantener la estabilidad del sistema y al mismo tiempo proteger los intereses del contribuyente. Según ha aclarado, la Administración británica tomó una decisión "rápida y decisiva" cuando quedó claro en los últimos días que el B&B no podía seguir funcionando sin un plan de rescate.

De no haber intervenido el Gobierno, las consecuencias hubieran sido peores, puesto que hubiera afectado a todo el sistema bancario, puntualizó Darling.

Segunda nacionalización del año

Este acuerdo fue alcanzado al término de un fin de semana de conversaciones entre el Tesoro británico, la Autoridad de Servicios Financieros (FSA, regulador del sector) y el Banco de Inglaterra, en un intento por rescatar el B&B, afectado por la crisis financiera.

Según los medios británicos, el Tesoro británico recurrirá a la legislación aprobada a principios de este año para nacionalizar el banco Northern Rock a fin de poder pasar al B&B a manos estatales. Ésta será la segunda nacionalización que dispone la Administración laborista este año, lo que pone de manifiesto el alcance de la crisis financiera.

En la jornada bursátil del viernes, las acciones del B&B descendieron un 6% puesto que todo indicaba que ningún banco rival parecía dispuesto a montar un plan de rescate. Desde el comienzo del año, los títulos de la institución bancaria han caído el 90%.

Contactos

Hace ocho días, la prensa publicó que la FSA, regulador del sector bancario británico, había contactado con el banco español Santander, con el grupo holandés ING y con el National Australia Bank para sondear su posible interés en la adquisición del B&B.

El pasado mayo, el B&B había indicado que disponía una ampliación de capital por un importe total de 300 millones de libras (unos 376 millones de euros) para hacer frente a las consecuencias de la crisis crediticia.

El pasado 25 de septiembre, el B&B anunció el despido de 370 trabajadores en un plan de ahorro y ajuste de su negocio a una menor demanda hipotecaria, lo que causó el desplome de sus títulos.

Además de los despidos, el banco dispuso el cierre en el primer trimestre del 2009 de su centro de proceso de créditos hipotecarios en Borehamwood (sureste de Inglaterra), con lo que esperaba lograr unos ahorros anuales de 15 millones de libras (unos 18,9 millones de euros).