INDISCRIMINADO. Un niño alcanzado por la explosión sale del hospital en brazos de su padre. / AFP
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El terrorismo alcanza al hasta ahora intocable régimen sirio de Al-Assad

Un coche bomba con 200 kilos de explosivos mata a diecisiete personas

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La hasta hace poco inexpugnable capacidad de control de la dictadura siria -famosa por las tácticas de mano de hierro- se tambaleaba ayer sacudida por un atentado. Pasadas las ocho de la mañana, un coche bomba cargado con 200 kilos de explosivos estallaba en Damasco, en un estratégico cruce próximo a una base de Inteligencia, causando al menos diecisiete muertos y catorce heridos, todos ellos civiles, según la agencia oficial de noticias Sana.

La detonación hizo temblar la capital como si se tratara de un terremoto y, de paso, también saltar todas las alarmas en las estructuras del Estado, que no se enfrentaban a una masacre de esta magnitud desde la década de los 80. La época en que los Hermanos Musulmanes ejecutaran su campaña de sangre para desalojar del poder al «apóstata» régimen baasista.

El golpe era respondido de inmediato con la apertura de una investigación. El ministro de Interior, Basam Abdel Majid, rehusaba apuntar autoría alguna a la espera de resultados, al tiempo que condenaba lo ocurrido. «Está claro que fue una acción terrorista y cobarde contra una zona muy transitada», afirmaba, subrayando la especial sensibilidad del área elegida para la carnicería, camino natural de miles de peregrinos iraquíes, iraníes y libaneses hacia la venerada mezquita-mausoleo de la nieta de Mahoma, Sayida Zeinab.

Movilización de tropas

Ninguna organización se ha responsabilizado del atentado. Una acción registrada sólo días después de que el Gobierno de Beirut pidiera explicaciones a Damasco por el despliegue de 10.000 soldados de sus unidades especiales en la frontera norte libanesa. El movimiento de tropas, según el Ejército sirio, no ha traspasado las líneas ni va dirigido contra el país vecino, sino que está destinado a impedir el contrabando y la infiltración de militantes yihadistas, protagonistas recientemente de múltiples choques en Líbano.

Estos combatientes, especulaban ayer analistas árabes, podrían estar tras el coche bomba de Damasco, aunque también se apuntaba a la autoría de elementos extremistas iraquíes.