MÁS DIFÍCIL. El Melilla es un equipo más duro que los anteriores y se lo pondrá complicado a Bezares, Fragoso y compañía. / A. VÁZQUEZ
Cádiz C.F.

El juego sube de nivel

Después de enfrentarse a equipos humildes, el Cádiz se verá las caras con un Melilla en racha que no descarta pelear por el ascenso

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El juego ya ha comenzado. El Cádiz encendió la consola hace un mes y desde entonces no ha parado de sudar. Por fortuna, el debutante amarillo ha contado con la bonanza del calendario, que dispuso un arranque liguero cómodo para el mejor asentamiento en la categoría. Con el respeto que merecen, ganado sobre el terreno, Roquetas, Granada 74, Portuense, Conquense y San Fernando se encuentran en un nivel más asequible que los próximos rivales de los gaditanos. Parten con el único objetivo de seguir participando en este mismo juego la próxima temporada, y todo lo demás que venga es un regalo a su trabajo.

Ahora hay que subir el nivel, una estrellita más. Profesional. Llega el Melilla, el cascarón de huevo de Segunda B que temporada tras temporada se mantiene en la división de bronce. Un perro viejo que se las sabe todas, con futbolistas veteranos y nuevas incorporaciones de los punteros del grupo. El técnico Pastelero ha horneado un conjunto sólido, sin excesivos ornamentos, y que se atraganta e indigesta si el rival no lo riega antes con buen fútbol y mucha pegada.

Es duro, será difícil hincarle el diente. Pero como casi todos. Porque el principal adversario de este Cádiz sigue siendo el propio Cádiz. Ese equipo brillante en ataque, «pura dinamita», que se desenchufa en defensa en el momento más inesperado.

Línea defensiva

Los 24.000 ojos de Carranza (tuerto arriba o abajo) se dirigirán especialmente hacia la retaguardia amarilla, que ha hecho temblar los cimientos de una euforia desmedida con seis goles en noventa minutos. Es el talón de Aquiles de esta espléndida plantilla, el lunar que ensombrece el excelente trabajo de un Cádiz que desde el principio se ha encaramado a las alturas de la tabla.

Errores individuales al margen, toda la culpa no es achacable a los cuatro hombres de atrás. Este equipo eminentemente ofensivo descuida los cuartos traseros. Gracia desea corregir cuanto antes estos desajustes, pero se ha topado con una baja sensible. De la Cuesta no se ha recuperado de su sobrecarga, se ha quedado fuera de la convocatoria y su lugar en el eje de la zaga será ocupado presumiblemente por Mansilla. El madrileño debe ser la sombra del tanque Chota, uno de los principales peligros del Melilla en ataque, y su altura será esencial en las acciones de estrategia defensiva, donde el Cádiz ha estado calamitoso. Afortunadamente, regresa Raúl López a la izquierda después de que su banda se convirtiera en una autopista para los extremos rivales.

En el centro del campo radica la gran duda. Tras la expulsión de Ormazábal, ¿volverá la sempiterna dupla Bezares-Fleurquin? El entrenador navarro baraja la posibilidad de flanquear al uruguayo con Carlos Caballero más retrasado, y manteniendo a Fran en la media punta. Pero la titularidad del linense no está descartada.

Toedtli titular

Arriba es un gustazo. Todas las piezas funcionan. Este equipo es una máquina de hacer goles (12) y generar ocasiones. El pájaro Toedtli ha renacido de sus cenizas y quiere celebrar su reencuentro con el gol con su afición y en Carranza, donde ya marcó con la elástica sevillista en el partido del exilio. Su recambio Rubiato, presto desde el banquillo, ha superado sus problemas de pubis y entra en la lista, al igual que el héroe de La Isla, López Silva.

UD Melilla. Equipo en alza. Tres triunfos consecutivos. Ramos, seis goles. Migui, en racha. Ha ganado en cuatro ocasiones en feudo amarillo. Y así debe seguir siendo cuando hoy el reloj marque las dos (que nadie se olvide que hoy toca madrugar). El traspié ante el Conquense es un magnífico antecedente para marcar el camino a esquivar. Porque para los primeros el margen de error es mínimo, por mucho juego que quede todavía. Nadie quiere el game over.