ABRAZADOS. Fermín Bohórquez Escribano con su esposa Mercedes Domecq.
Jerez

Bohórquez, tradición ganadera y agrícola

Las ramas de esta familia han destacado siempre por su labor en el mundo de las empresas agropecuarias

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Siguiendo la línea que nos hemos trazado de traer a las páginas de LA VOZ a conocidas familias y apellidos jerezanos, no podíamos dejar pasar la letra 'B' sin hacer referencia a éste, que debe su popularidad a una más que justificada trayectoria en el terreno empresarial de la agricultura y la ganadería, en el que su patriarca, Fermín Bohórquez Gómez, tanto bien hizo a Jerez y su comarca. Aunque en sus diferentes ramas familiares los Bohórquez son empresarios agrícolas y ganaderos de fuste, de entre ellos hemos querido destacar a Fermín Bohórquez Gómez, quien fuera un destacado e importante empresario en el sector agropecuario.

Nació en Jerez el 10 de septiembre de 1904, falleciendo también en nuestra ciudad a la edad de 74 años. Aunque de aparente seriedad, era una persona de afable trato cuyo talento natural y capacidad de liderazgo le conferían autoridad y respeto, cualidades que le otorgaron relevantes puestos y cargos en nuestra provincia.

Debido a su carácter despierto y visión de futuro, este empresario jerezano supo invertir en innovar, anticipándose a su tiempo, sobre todo en el terreno agrícola, en el que previó y apostó por la tecnificación y la mecanización del campo, instaurando nuevos cultivos como la remolacha y el algodón. Fue creador de CYDASA, promoviendo la tecnología de la recogida de este cultivo con las desmotadoras. Como también en la política azucarera, participando como directivo en el Sindicato Remolachero Provincial y Nacional.

Dada su visión de futuro y la esperanza que tenía en el campo como fuente inagotable de puestos de trabajo y riqueza, impulsó la modernización de los sistemas de riego, participando e influyendo en la transformación y el aprovechamiento de las marismas como tierras de regadío, por lo que fue un activo colaborador de COTENSA. Y siempre apostando decididamente por todo aquello que beneficiaba al campo y al futuro agro-industrial de Jerez y su comarca.

En su faceta como ganadero de reses bravas, es de resaltar los cruces y mejoras que realizó a la ganadería que compró a la familia Urquijo de encaste Murube-Vistahermosa, obteniendo gran éxito por el juego que daban la lidia de sus toros en las diferentes plazas de España e Hispanoamérica, poniéndose a la altura de las más importantes ganaderías: Mihura, Guardiola, Osborne, Domecq

Fermín Bohórquez Gómez fue, además, diputado por Cádiz y senador vitalicio por su provincia. Y por la labor en pos de la agricultura obtuvo la Gran Cruz de la Orden del Mérito Agrícola.

Contrajo matrimonio con Soledad Escribano Aguirre, teniendo tres hijos: Soledad, Fermín y Ana María.

Fermín

Por todos conocido, su hijo Fermín Bohórquez Escribano ha sido el continuador de esta saga como agricultor y ganadero, destacando sobre todo como rejoneador. Ya desde niño se crió inmerso en el ambiente taurino del toro y el caballo, relacionándose con los mejores toreros de la época que venían a las tientas que se daban en su finca. A la edad de 6 años ya montaba a caballo, en un pony que le trajeron los Reyes Magos y a los 12, incitado por el torero Manolete, se puso delante de una erala. Afición ésta que ha mantenido durante toda su vida y que le ha deparado muchas satisfacciones como torero de a pie, pues, amén del conocimiento, está dotado de gran intuición y suerte; como en cierta ocasión, al verlo desenvolverse en la cara del toro, sentenciara el torero Rafael de Paula: «Mientras que a nosotros nos cogen, Fermín parece que esta bendecío».

Pero ha sido como caballista y rejoneador a lo que debe su popularidad y arte, porque durante treinta y cinco años ha participado con éxito en más de 800 espectáculos y festivales taurinos, llegando a torear hasta 50 corridas por temporada. Consiguiendo importantes triunfos en plazas como las de Jerez, Sevilla, Córdoba, Madrid, Huelva y Osuna. Y llegando a conseguir importantes trofeos como el de la Real Maestranza de Sevilla en la Feria de Abril de 1970 y 1972.

Ha volado dos veces a México, en cuya plaza ha rejoneado en varias ocasiones, toreando más de veinte corridas en países como Colombia, Perú y Ecuador, así como en Portugal y en Francia.

Durante veinte años consecutivos ha toreado en la Feria de San Isidro en Madrid, en donde ha obtenido importantes trofeos, como también otras veinte tardes en la Real Maestranza de Sevilla cortando orejas en nueve ocasiones.

Festivales benéficos

Por su participación durante veintiocho años en los festivales benéficos de Santander le fue concedida la Gran Cruz de la Beneficencia y la Medalla de Plata de Cantabria. También en la localidad de Almonte rejoneó durante veinte años en favor de los ancianos de dicha ciudad, participando otros veinticinco años ininterrumpidos en el festival benéfico de AFANAS, que, organizado por su esposa Mercedes Domecq, se ha venido celebrando en Morata de Tajuña.

Debido a su disposición en favor de los necesitados, los organizadores siempre contaron con la colaboración altruista y desinteresada de Fermín, de hecho se retiró de los ruedos en un festival de AFANAS en 1993 en la plaza de toros de Jerez, en el que lo acompañaron los mejores rejoneadores españoles y portugueses de la época.

Con su monta y rejoneo de lujo y debido a la extraordinaria cuadra de caballos que siempre llevó a las plazas cuya presentación y doma eran las delicias del público, Fermín siempre era esperado con gusto para abrir plaza, contándose con él para la inauguración de cosos tan importantes como los de Bilbao, Burgos y Algeciras.

Cornadas

Pero todo no ha sido un camino de rosas y lo mismo que ha saboreado las mieles del triunfo también ha conocido el dolor de la cornada, y, como tantos otros compañeros de profesión, Fermín ha sufrido doce cogidas que se han saldado con siete fracturas y seis cornadas, siendo la de mayo de 1971 en Madrid la de peor recuerdo.

En referencia al campo, Fermín ha tocado todos los palos y si como jinete ha sido campeón de acoso y derribo y excelente jugador de polo, también es un gran aficionado a los galgos, habiendo logrado un buen número de trofeos en esta especialidad deportiva. También debido a su excelente yeguada y colección de coches es un magnífico cochero, cuyas dotes ha mostrado con creces en los concursos de enganches.

Fermín Bohórquez Escribano esta casado con Mercedes Domecq Ybarra, de cuyo matrimonio han nacido seis hijos. El mayor de ellos, Fermín, rejoneador de primera, ha cogido el testigo de su padre y llevado con su monta a este arte a insospechadas cotas de destreza y sometimiento. Sus otros dos hijos, Carlos e Iván, están dedicados al mundo de los negocios el campo y la ganaderías. Sol es una reputada diseñadora de modas, mientras que Borja y Mercedes son licenciados, él en Derecho y ella en Ciencias Empresariales.

Primero en el escalafón

Fermín, el rejoneador y continuador de la saga, tomó la alternativa en Madrid en 1990, situándose rápidamente el primero del escalafón, lugar en el que se mantiene como uno de los mejores toreros a caballo de la actualidad, destacando en las plazas por su simpatía, su precisión torera en la reunión con el toro y, por supuesto, por la excelente cuadra que exhibe en las plazas con ejemplares de espectacular belleza y doma.

Recientemente, el club de cazadores del Casino Jerezano ha organizado a Fermín Bohórquez Escribano un merecido homenaje por su trayectoria deportiva como cazador, porque a lo largo de su vida ha practicado casi todas las modalidades de este deporte. Ni que decir tiene que en dicho acto no faltaron sus hijos y familiares y, por supuesto, un numeroso grupo de amigos y cazadores, compañeros de lances y ojeos que quisieron acompañar a Fermín y escuchar sus intervenciones, todas ellas llenas de anécdotas y ocurrencias propias de este irrepetible personaje miembro de esta singular familia Jerezana: los Bohórquez.