Jerez

Insensato: Levántate y anda

Insensato, de la jerezana Ganadería Marqués de Domecq, sigue recuperándose tras ser indultado este verano en El Puerto

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Insensato, nº 55, de 510 Kg de peso, ha vuelto a la finca Martelilla a pastar con los suyos. Fue Gabriel Celaya quien dijo que «si venía la muerte, yo la toreo». Insensato supo llevar el verso a la vida, y ahora disfruta de una recuperación con los mayores cuidados.

El toro de la Ganadería Marqués de Domecq se le perdonó la vida el pasado día 15 de agosto en la plaza de El Puerto. Quien ofició de maestro de ceremonia fue Pepín Liria que lo cuajó a la perfección. El público pidió el indulto al toro por su casta, por su empuje, por su movilidad y clase y por sus incansables ganas de embestir. Fue un toro muy completo.

Ahora es Antonio Flor, el mayoral de la ganadería que comandan los hermanos Javier y Fernando Domecq López de Carrizosa, quien está encargado del burel. «Se ha quedado un poco delgadito, pero ya veras como dentro de nada está otra vez precioso», comenta mientras lo mira desde la distancia. Insensato escarba y mide los terrenos, no aparta la mirada de quien se acerca a su jurisdicción. «No es un toro que se deje llevar con facilidad. Tiene su carácter en el campo y le gusta ser el mandón. A mi, personalmente, me gusta los toros así, con su personalidad», comenta Antonio Flor con ese tono de campero bueno.

De reata

Insensato es hijo de Jabalina, herrado con el número 8 en los costillares. «Un gran semental que hemos tenido en la casa. Curiosamente ha dado siempre muy buenos machos. También tenía su carácter. Yo creo que Insensato ha sacado el mismo comportamiento en el campo de su padre. Después su madre, Insensata, una vaca preciosa», explica Antonio Flor.

El toro está con los bueyes en un cercado. Por la mañana ha estado sometido a las curas de los veterinarios. Cuando Antonio Flor lo arrea, el toro se mueve con garbo, un tanto engallado y mirando siempre de reojo la situación del hombre, al que mira receloso.

Para cuando lleguen los meses del frío, Fernando Domecq ya tendrá preparado el escogido grupo de vacas que también ayudarán a reponerse a Insensato. Llegará la hora de la cubrición. «Habrá que ponerlo con veinte o veinticinco hembras. Y después a esperarlo a qué pasa y si da buenas crías. Una vez probado y contrastado, se le preparan lotes de vacas más numerosas. Ahora ha pasado la primera gran prueba que es el indulto, pero tenemos que ver que ligue y nos ofrezca buenos toros y vacas, porque si esa bravura tan buena que atesora se la queda para él no serviría de nada», comenta el mayoral de la ganadería.

El pasado día 15 de agosto, la plaza de El Puerto rugía con la bravura emocionante del toro de esta ganadería jerezana. Ahora, la plaza está callada. El público, quiso perdonarle la vida a este buen toro. Ahora sólo queda que el toro le devuelva el favor al coso que le indultó devolviéndole toros bravos en tardes para el recuerdo. Seguro que un día las cuentas estarán saldadas.