La convención más blanca

Un mar de rostros lechosos saludó el jueves por la noche al senador de Arizona nacido en el canal de Panamá. Estados Unidos es cada día un país más multicultural que en noviembre podría elegir al primer presidente negro de la historia, pero nada de eso se reflejaba en la Convención Republicana, que cerró con muchas banderas al viento.

«¿U-S-A!» coreaba a gritos la audiencia para ahogar las proclamas de protesta que algunos intrusos lograron llevar hasta el centro del pabellón durante el discurso de John McCain. A las mujeres de Code Pink les arrancaron violentamente las pancartas, pero ellas se quitaron las chaquetas y dejaron al descubierto camisetas rosas que pretendían mostrar la contradicción de los belicosos antiabortistas: «Sé Pro-vida: Acaba con la guerra».

El color que costaba encontrar entre los 40.000 republicanos de todo el país reunidos en la gran fiesta que el partido celebra cada cuatro años era el negro. Las estadísticas prueban que esta convención es mucho más blanca que la que aupase a George W. Bush en los años anteriores.

Sólo 36 delegados afroamericanos de un total de 2.380, apenas el 1,5%. Un marcado paso atrás en comparación al 6,7% que hubo en 2004, cuando 167 representantes de color acudieron a Nueva York. «Es muy decepcionante», tuvo que admitir Michael Steele, presidente de un grupo conservador que un día fuera símbolo de la expansión racial de los republicanos.

En contraste, 1.087 delegados negros -el 24.5%- acudieron la semana pasada a Denver para la Convención Demócrata, que experimentaba un fuerte crecimiento de minorías, jóvenes y mujeres. Por primera vez, el sexo femenino sobrepasaba al masculino en una reunión política de ese tamaño (50,1% frente a 49,8%). Y 631 delegados eran menores de 36 años, lo que le daba una vena de sangre fresca que contrastaba con los muchos abueletes que agitaban banderitas al septuagenario candidato de St Paul.

Obama confía en todos estos grupos para vencer en noviembre. En algunos de los estados clave la población joven es cuatro veces mayor que en las elecciones anteriores y su tendencia a usar teléfonos móviles les deja fuera de las encuestas. El último sondeo de CBS tiene a los dos candidatos empatados al 42%, sin contar con el impacto de los dos discursos clave de los republicanos.

Sarah Palin, convertida en estrella política de la noche a la mañana, casi alcanza la espectacular audiencia televisiva que obtuvo Obama -37,2 millones de espectadores, frente a los 38,4 del demócrata-, y John McCain incluso le ha superado -38,9 millones-.