Llamativa discrepancia

a discrepancia entre el Instructor y la Fiscalía al calificar la irregular actuación del juez Tirado, que no realizó el seguimiento del cumplimiento del auto de prisión contra Santiago del Valle, presunto asesino de la niña Mariluz, abre un abanico tan amplio en el grado de las sanciones que parece reflejar criterios absolutamente dispares. Si se impone el punto de vista de Instructor y su consideración de conducta grave la sanción se limitaría a una multa de 3.000 euros como máximo, mientras que de acuerdo con los argumentos de la Fiscalía el castigo podría suponer la separación de la carrera judicial de hasta tres años. Como ha señalado el padre de la niña, Juan José Cortés, el punto de vista de la Fiscalía parece más ajustado a la Ley, teniendo en cuenta las consecuencias de tan negligente conducta, que dejó en libertad a un delincuente que acabó asesinando a una criatura.