LA ROTONDA

En buenas (malas) manos

Que Tráfico diga que la curva de Vejer seguirá siendo «conflictiva» es una dejación de funciones y una negligencia

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Cuando se toma la curva de la carretera de Vejer en la que hace una semana fallecieron cuatro jóvenes, uno se pregunta qué es lo que impide que esté más señalizada, tal y como ocurre con otros puntos negros en las carreteras de la provincia. En la curva de Torregorda bastaron unas cuantas señales verticales y horizontales y un radar (muchas veces inactivo) para que el porcentaje de siniestralidad quedara reducido casi al cero. Que tráfico reconozca sin rubor que la curva seguirá siendo «conflictiva» hasta que se desdoble ese tramo de la N-340 es sencillamente una dejación de funciones y una negligencia.

Es evidente que mejorar las condiciones de seguridad de esa curva mortal sólo es cuestión de interés, porque su coste es irrisorio. Y más aún cuando hay vidas en juego. La supuesta imprudencia de los jóvenes en absoluto justifica que Tráfico mire para otro lado hasta que otro accidente zarandee nuestras conciencias. Y no sabemos si las suyas.

Reinserción

Mientras los dos grandes partidos se pelean como gallos por repartirse la tarta del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, la Justicia en España agoniza por inanición víctima, precisamente, de la indolencia del Poder Legislativo. A la lentitud endémica –a todas luces ilegal– y a las condiciones tercermundistas de los Juzgados se une el fracaso del modelo de reinserción, que para la clase política parece accesorio. Los ciudadanos tenemos derecho a unas mínimas garantías de que no vamos a ser víctimas de un delincuente sólo por dejación del sistema judicial. Algo falló en el caso Mariluz, en el de violadores y pederastas reincidentes, en el de etarras expiados a bajo coste... Y algo falla cuando una banda de atracadores con una sanguinaria carrera delictiva de 20 años aprovecha sus fines de semanas libres por buena conducta para robar, atracar y asesinar. Y cuando terminan vuelven a su centro de reinserción. Y así hasta el siguiente fin de semana. El sistema judicial también se tenía que sentar en el banquillo por el crimen de Tamara Leyton.

Franco ha muerto

Franco está un poco más muerto en Barbate. Su corporación municipal ha decidido eliminar de su callejero la Avenida del Generalísimo y la Avenida José Antonio, que aún, por aquellos caprichos estrambóticos de la política, seguían tan campantes por los buzones de Barbate con matasellos anacrónicos como facturas del dictador aún por cobrar. Y junto a estos dos descabezados, 33 políticos y militares de la época borrados de un plumazo. Desconozco la biografía de todos los elegidos, pero resulta chocante que Ramón de Carranza sea una insigne personalidad en Cádiz y un indeseable en Barbate, a 65 kilómetros.

Barbate necesita toda la ayuda del mundo para salir de donde está y si con esta medida de hacer tabla rasa favorece su autoestima, su sentimiento de comunidad y sus ganas de tirar pa’lante pues bienvenida sea. Pero los pueblos son más fuertes cuando conocen su historia sin caer presos de ella. Cuando son capaces de convivir con los episodios de su memoria sin renunciar a ellos. Se trata de hacer camino como el poeta, sin volver la vista atrás. La Ley de Memoria Histórica debe ser un instrumento para devolver dignidades olvidadas, para restituir honores mancillados, para hacer justicia sin ajustar cuentas. Qué difícil equilibrio ¿no?

Adoquines

Teófila Martínez quiere eliminar los adoquines de todo el perímetro del casco antiguo. Dice que la razón es que el mantenimiento del asfalto es más barato. A pesar de que la crisis nos ahogue, no parece el argumento más adecuado. Habría que preguntarse por los beneficios de una u otra opción y analizarlos con tranquilidad. Una decisión así no debería tomarse de forma aislada, sino integrada en el modelo de casco antiguo que quiere la ciudad. Lo que ocurre es que la rehabilitación de todo el centro se está realizando a retazos, sin un plan preestablecido que tenga muy claro qué se debe proteger, qué se debe restaurar y qué se debe derribar. Aquí andamos brincando de un lado a otro. Un día nos levantamos queriendo demoler la Aduana, al día siguiente damos la vida por la Audiencia y al siguiente nos cansamos de adoquines. ¿A dónde vamos a llegar? Y yo qué sé.

Miles de guarderías

Para reír o para llorar. Y ahora dice el Gobierno que va a crear 300.000 plazas de guarderías para niños de cero a tres años. Sería una buena noticia si no estuviésemos acostumbrados a dudar. Y dónde, y cómo, y cuándo... Chaves ya prometió el 6 de noviembre de 2007 guarderías gratis para todos y la creación de 15.000 nuevas plazas. Son las mismas que ahora promete Zapatero u otras distintas. Es como los colegios bilingües de los que alardea la Junta de Andalucía desde hace años... Por mucho que buscamos no logramos encontrarlos. Qué felices seríamos si tuviésemos todo lo que nos han prometido.