CRÍTICA DE TV

Bromas

No falla. Cuantas más risas enlatadas o forzadas por el público asistente tiene un programa, menos gracia tiene. Esto es lo que le sucede a Con un par... de bromas, que el viernes estreno TVE 1, de la mano de Javier Capitán. El programa va de cámaras ocultas y de ver la reacción de ingenuos viandantes ante situaciones insólitas. Bueno, insólitas no, extrañas y con poca gracia. Tiene a ocho colaboradores, dedicados a perseguir a la gente por la calle; el mago, el temerario, la empleada de la semana... Y por si no fuera suficiente, también aquí piden que los espectadores manden sus propias bromas.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Desde aquel Objetivo indiscreto de los 60, las bromas han sido un tema recurrente de los programas de televisión. Una vez alcanzaron la categoría de deslumbrantes. Fueron las que se hacían a los famosos en el mítico Inocente, inocente. Claro que entonces había detrás un equipo de prestigio, unos guionistas inteligentes y un trabajo muy preparado: El programa era mensual, porque resultaba imposible preparar bromas muy desarrolladas a un ritmo semanal.

Pero todo se ha ido degradando. Ahora dan igual las bromas, con tal de que algún transeúnte entre al trapo. Y si no tienen gracia, se ponen muchas risas enlatadas para que parezca que están haciendo un humor desternillante.

Otro problema de Con un par... de bromas es que es un programa antiguo. Antiguo no es viejo, hay un matiz. Viejo es recuperar todas estas tonterías de otros programas sacados del archivo de TVE, y eso también lo hacen. Antiguo es algo que envuelve desde hace años a casi toda la parrilla de TVE 1. Se puede definir por exclusión. Antiguo es lo contrario de moderno, y en La Primera hay muy pocas cosas modernas. Es más, parecen tener aversión a los formatos innovadores. Dan vueltas una y otra vez sobre lo mismo, cambiando sólo decorados y presentadores. Hasta el público y sus risas parece que son siempre los mismos.

A favor del programa puede decirse que entre archivo propio, bromas ajenas y la colaboración desinteresada de la gente, es un programa muy barato. Pero esto no debería ser una cualidad.