Josef Fritzl. / AP
MUNDO

Vuelven al colegio tres de los hijos del 'monstruo de Amstetten'

Los menores, de entre 12 y 15 años, convivían con su padre sin saber que su madre estaba encerrada en el sótano de su casa

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El mundo se conmocionaba hace cuatro meses cuando salía a la luz que el austriaco Josef Fritzl había encerrado y violado sistemáticamente a su hija durante 24 años en el sótano de su casa. En un intento por devolver una cierta normalidad a sus vidas, tres de los hijos-nietos del monstruo de Amstetten volverán a la escuela la próxima semana, según informó ayer el rotativo local Kurier.

Se trata de los tres adolescentes, de entre 12 y 15 años, que fueron educados en la casa de Fritzl sin ni siquiera sospechar que unos metros más abajo vivían privados de libertad su madre y sus tres hermanos, fruto de las violaciones sistemáticas. La hija-nieta mayor ya retomó sus clases en junio y logró terminar el curso escolar con excelentes notas. Ahora, sus hermanos también han mostrado su deseo de reincorporarse a la escuela, lo que supone un gran paso para enfrentarse a la sociedad, después de que se conociese la brutal noticia. No obstante, los especialistas y las autoridades muestran un cierto recelo porque temen que puedan sufrir el acoso de los medios de comunicación.

Protección ante la prensa

«Esperamos que la prensa no sea un problema», declaró uno de los responsables del centro escolar al diario vienés. Para evitar el revuelo mediático, desde la dirección han evitado revelar datos concretos sobre la fecha en la que tendrá lugar el esperado regreso.

Desde finales de abril, todas las víctimas de Fritzl están ingresadas en una clínica especial de Amstetten, donde un equipo de especialistas realiza con ellos exhaustivas terapias para facilitar la reunificación familiar y la reinserción social de los que vivieron bajo la casa.

Por otra parte, la acusación en el caso ha sufrido un duro revés porque Elisabeth Fritzl, madre de los seis niños, mantiene su postura de no ser examinada por un psiquiatra. A través de este examen se pretende determinar cuáles son las graves secuelas que le ha causado soportar durante años el aislamiento y los abusos por parte de su padre.

Esto no ha evitado que la Fiscalía de Baja Austria mantenga su objetivo de poder presentar la acusación contra el monstruo de Amstetten, de 73 años, en los próximos meses y que el juicio se celebre antes de que acabe este año.