El huracán 'Gustav' arremetió ayer de lleno en las costas cubanas con vientos de 200 km por hora. / EFE
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El huracán 'Gustav' dispara su potencia y amenaza con llevar a Cuba su estela destructora

El ciclón mantiene su rumbo hacia Nueva Orleans, que revive la pesadilla del 'Katrina' en su tercer aniversario

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Gustav arremetió ayer de lleno contra la isla de la Juventud, la segunda del archipiélago cubano, y las provincias del occidente del país caribeño como un huracán de categoría 4 con vientos sostenidos de 220 kilómetros por hora. En su camino hacia el golfo de México ha dejado una estela de destrucción y muerte a su paso por el Caribe.

Antes de llegar a aguas cubanas, arrasó las islas Caimán -que todavía no han evaluado los daños- tras dejar un panorama desolador en Jamaica, donde murieron al menos 3 personas, muchas tejados fueron arrancados de las viviendas y el viento y las inundaciones cortaron las comunicaciones. Las víctimas mortales del tercer ciclón de la temporada ascienden ya a 71 personas, de las que 59 murieron en Haití y 8 en la República Dominicana.

Mientras Gustav azotaba la isla de la Juventud, en el centro del mar Caribe, en la capital y otras ciudades de la ínsula principal se preparaban para minimizar el impacto del peligroso ciclón. En primer lugar protegieron las vidas humanas, luego cabezas de ganado, alimentos y otros bienes materiales.

El gran radio de acción del huracán representa una peligrosa amenaza para La Habana y la contigua provincia de Matanzas, donde se localiza el conocido balneario de Varadero. Los servicios meteorológicos pronostican vientos huracanados y lluvias «localmente intensas» y alertaron del riesgo de inundaciones en zonas bajas próximas a presas, ríos y toda la costa sur del país.

Vuelos cancelados

En Pinar del Rio, miles de personas fueron evacuadas y trasladadas a albergues o enviadas con familiares. Los turistas fueron realojados en hoteles más seguros. Los vuelos internacionales se iban a mantener hasta que las condiciones meteorológicas lo permitieran, pero se suspendieron todos los trayectos nacionales, así como los autobuses interurbanos, el servicio de trenes y el ferry que une la isla de La Juventud con el puerto del Surgidero de Batabanó, al sur de la provincia de La Habana.

En la mitad occidental de Cuba, el comienzo del curso escolar, previsto para mañana, se ha pospuesto y las instalaciones de los internados albergan a los evacuados.

Aunque hasta la noche no se esperaba que Gustav cruce Pinar del Río, ya desde la mañana los vientos soplaban en La Habana -donde viven 2,2 millones de personas- y una lluvia fina caía persistentemente. Enseguida comenzaron los cortes de luz y gas ciudad. Eso no amilanó a centenares de habaneros que protegidos de impermeables y paraguas se lanzaron a las calles. La gente se agolpaba en enormes colas para comprar gasolina, pan, agua y alimentos enlatados en previsión de que el tendido eléctrico, en su mayor parte aéreo, resulte dañado.

Si eso sucede, durante dos o tres días el servicio de energía eléctrica puede quedar cortado, lo que implicaría que no se podrían conectar los motores que llevan el agua de cisternas subterráneas a los tanques que se instalan en las azoteas de la mayor parte de los edificios y casas.

La costa sur estadounidense, donde aún no se han repuesto del desastre causado por el huracán Katrina, también se ha preparado a conciencia con vista a la llegada de Gustav para mañana.

El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ordenó la evacuación obligatoria de los más de 300.000 habitantes y recordó que no habrá refugios en la ciudad y que estará cerrado el estadio Superdome, que durante el paso del Katrina se convirtió en una ratonera para las 30.000 personas que allí se resguardaron.

Para facilitar la salida de la ciudad, el Ayuntamiento contrató 700 autobuses para transportar a quienes no tienes coche. Los estados de Luisiana, Texas, Alabama y Misisipi también han declarado el estado de emergencia.