QUEMA. Momento en el que la caballa arde sobre la arena. / NURIA REINA
CÁDIZ

Punto y final oficioso al verano gaditano con el entierro de la caballa

La Caleta acogió una nueva edición de la popular celebración, pregonada por Paco Cárdenas y en la que 'El Canijo' recibió su bautismo caletero

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El verano gaditano ya ha acabado. Al menos de forma oficiosa. El XXIII Entierro de la Caballa, celebrado en la noche de ayer en la playa de La Caleta reunió a numerosos vecinos y personalidades del mundo del carnaval. Entre ellos, uno especialmente emocionado, Antonio Serrano, el canijo de Carmona, que anoche recibió su bautismo en las aguas caleteras.

La tradicional cita del último fin de semana de agosto se celebró en medio de un gran ambiente y varias actuaciones de agrupaciones carnavalescas, entre las que se podían contar a Los que van como Cádiz -acompañados por la orquesta caballati-, los mendas lerendas, la chirigota El Código Da Viñi y Los monstruos de pueblo.

Paco Cárdenas fue el encargado de pronunciar el pregón -disfrazado de pescador caletero- y en el mismo destacó la sangre azul de la caballa «igual que los bordillos que ha pintado la Teo». Recordó que «la auténtica piriñaca caletera y las papas aliñás de La Viña no llevan atún», y también tuvo palabras para ilustres carnavaleros como El Chimenea y Jesús Monzón.

La anécdota de la noche llegó cuando Cárdenas estaba pidiendo a los presentes que se acercaran al tablao para realizar su pregón y en ese momento la caballa comenzó a arder, provocando la sorpresa de los presentes.

El acto carnavalero tuvo un año más una gran acogida, reuniendo en la playa gaditana a cerca de un millar de personas, que no quisieron perderse un buen rato de diversión y carnaval.