ESPAÑA

Touriño desoye al PSOE y no adelanta las elecciones

Agotará su mandato hasta 2009, pero evitará la coincidencia con las europeas

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En contra de todas las previsiones de los últimos días, no habrá adelanto electoral en Galicia y los comicios autonómicos se celebrarán en 2009. Lo anunció ayer el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, que dio así un portazo al PSOE al ignorar las presiones de sus correligionarios para llamar a los gallegos a las urnas antes.

El jefe del Ejecutivo de Galicia hizo gala de su independencia y explicó que sólo hará algunos ajustes técnicos para impedir que las gallegas coincidan con las elecciones europeas, el año que viene. Esta decisión altera los planes de los socialistas y del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que preveían un escenario postelectoral en el otoño más favorable, así como una mayor comodidad para abordar el pacto presupuestario con el BNG.

El PSOE propició este verano un debate en su seno, proclive al adelanto electoral. Además, las encuestas aconsejaban tal decisión para evitar el más que seguro empeoramiento de la situación económica en 2009 y que aumentara la sangría de votos que el partido del Gobierno ha empezado a experimentar en Galicia en los últimos meses. Los defensores de esta fórmula -entre los que todos señalaban al vicesecretario general, José Blanco-, sostenían que Rodríguez Zapatero podría abordar el futuro con un primer test electoral de la crisis económica que le resultaría favorable, mientras que el PP perdería fuelle por el retroceso de Alberto Núñez Feijoó con respecto a los votos de Fraga en 2005.

Previsiones rotas

Pero Pérez Touriño deshizo todas las previsiones, tras la reunión de su consello de gobierno, al anunciar: «Agotaré la legislatura. No habrá adelanto electoral». En un evidente gesto de autonomía, prometió «anteponer los intereses del país a cualquier consideración de tipo partidario» y arguyó que no existen motivos objetivos para acortar la legislatura cuando el pacto de coalición que mantiene con los nacionalistas del BNG «está en plena vigencia». «No hay emergencias, debilidades ni circunstancias de inestabilidad» alegó y se jactó de presidir un gobierno respaldado por una mayoría «sin fisuras».

Los persistentes rumores sobre el posible adelanto electoral habían desatado las críticas de nacionalistas y populares al presidente de la Xunta, al que acusaron de obedecer las consignas del PSOE de Madrid en detrimento de la conveniencia de la comunidad que dirige. Pérez Touriño desmintió ayer estas acusaciones y proclamó: «No tengo más hipotecas que el compromiso adquirido con mi tierra».

Explicó que no ve razones para recortar la legislatura aunque disponga de la capacidad legal para hacerlo y prometió solemnemente que sólo utilizará tal prerrogativa «cuando le convenga a Galicia» y «nunca como instrumento de ventaja política».

El reto que afronta ahora el mandatario gallego es encontrar la fecha apropiada para que sus elecciones sean «singulares» y con debate político propio. Si evita junio y las europeas, se encontrará con el riesgo de que sus comicios topen con los del País Vasco, que, en principio, deberían celebrarse en marzo.

Pero el agravamiento de la crisis económica en España supone un problema añadido y más complicado de resolver. Así lo reconoció ayer el titular de la Xunta de Galicia al señalar que la situación empeorará aunque se mostró convencido de que su Gobierno está «en mejores condiciones que otros para afrontar unas circunstancias económicas más difíciles».