SATISFECHO. Fernando sostiene un ejemplar encuadernado del Mirador de San Fernando. / C.C.
SAN FERNANDO

«Conseguimos que los isleños se sintieran orgullosos de su periódico»

'El Mirador' nació en 1965 como el único semanario de información local La presencia del CD San Fernando en Segunda División impulsaba las ventas

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Pocas personas conocen de forma tan directa la historia reciente de La Isla como Fernando Miranda, un periodista que dedicó la mayor parte de su vida profesional a la ciudad. De hecho, fue uno de los fundadores del semanario Mirador de San Fernando, una publicación que apareció a mitad de los años 60 para permanecer durante 23 años como la única cabecera dedicada de forma exclusiva a la información local.

De su labor ha obtenido el reconocimiento público de la mayoría de sus ciudadanos, así como varias distinciones. La última se la entregaron en la Feria del Carmen y de la Sal por el esfuerzo en la promoción de la fiesta, así como la difusión de la misma con el cambio de ubicación al recinto de La Magdalena.

Sin embargo, Fernando convive con una espina clavada, ya que él nació en Marruecos, cuando era un protectorado español, y aunque nadie discute que en su memoria guarda alguno de los acontecimientos más relevantes de San Fernando, su acogida por la ciudad no ha sido reconocida de forma oficial. Como es costumbre, el tiempo ha borrado las huellas de una publicación que nunca faltó a su cita semanal con sus lectores y que llegó a alcanzar una tirada de 3.500 ejemplares, una cifra nada despreciable para la época y mucho menos para los medios de los que disponía Fernando para mantenerse en pie frente a la pelea continua con la actualidad.

-¿Con qué edad comenzó a ejercer como periodista?

-Muy temprano, a los 14 años, fue cuando realicé mi primera entrevista. Un jugador del San Fernando, muy bueno, había fichado por el Sevilla. Se llamaba Diego Lucas y recuerdo que me llamaron desde una publicación hispalense interesados en tener las declaraciones del futbolista. Me acerqué hasta su casa, que estaba al lado del ambulatorio junto a la Venta de Vargas y con Luis Periñán como testigo me inicié en la profesión. Desde entonces colaboré con distintos medios de comunicación como Diario de Cádiz o Radio Cádiz y siempre ligado al deporte.

-¿Cómo surge la idea de crear un semanario dedicado de forma exclusiva a La Isla?

-Alberto Otero fue al que se le ocurrió montar aquella locura debido a que San Fernando en la década de los 60 estaba huérfana de publicaciones. Joaquín Ruiz y yo le acompañamos en la aventura, que se inició el 14 de junio de 1965 con la estructura de un semanario que se publicaba todos los lunes con el objetivo de ofrecer lo más importante de la actualidad local. Teníamos muy pocos medios, pero poco a poco conseguimos salir adelante y nos defendimos durante 23 años, pues el último ejemplar se publicó el 4 de enero de 1988, no fallamos ni una vez. Alcanzamos los 2.500 suscriptores con una cuota de venta de 1.000 ejemplares habituales y en más de una ocasión superamos la tirada de 4.000 periódicos. La extensión era de más o menos 20 páginas de lo que se llamaba folio prolongado y en el semanario se iniciaron grandes escritores de la ciudad que luego han mantenido una larga y exitosa trayectoria en el periodismo como es el caso de Enrique Montiel, Paco Carrillo, Germán Caos y Julián Blasco Moyano. Lo mejor de La Isla.

-¿Qué tipo de información primaba en aquella época?

-Al salir un lunes, para nosotros el fútbol lo era todo. Además, en aquellos años tenía una gran repercusión, porque el San Fernando era el equipo decano de la Segunda División. Lo seguían muchas personas y entre mis recuerdos mantengo grandes tardes y buenos partidos. Pero la política fue alcanzando mayor importancia, sobre todo, cuando ya se asomaba la etapa democrática. En este aspecto, el Mirador me dio la oportunidad de tratar otros temas y curtirme en casi todo.

-¿Cómo era el trabajo diario de un periodista en los años 60 y concretamente en San Fernando?

-Hay que tener en cuenta que había una fiscalización importante de la información. De hecho, como director del semanario figuraba Ernesto Falcón, un redactor jefe del Ayer de Jerez, porque al frente de los periódicos debía estar una persona titulada. Lo curioso es que el único editorial que escribió fue el que nos echó para atrás la censura y trataba de un gitano que había sido atropellado al ir a trabajar. Por lo demás, lo que hacíamos era recorrer de cabo a rabo la ciudad para buscar lo anecdótico y había que tener la habilidad necesaria para expresar 50 ideas cuando tan sólo te han reseñado unas diez.

-¿Cómo suplieron la carencia de medios para poder sacar adelante la publicación cada semana durante 23 años?

-Gracias a un esfuerzo excesivo. Veíamos desde la imprenta cómo la gente se iba a la playa, volvía y después a las nueve salían para dar una vuelta y se recogían a las once. Y nosotros seguíamos escribiendo. Recuerdo especialmente un lunes que se decidía, justo la hora a la que salíamos (a las once de la mañana), quién iba a ser el alcalde. Preparamos dos portadas: una, con Avelino Arias; y otra creo que con Ángel Mendoza. Cuando la gente bajaba del Ayuntamiento ya estábamos repartiendo ejemplares con Avelino como alcalde...

-Y llegó el cierre...

-Fue siempre una bonita pelea, hasta que a finales de los 80 proliferaron los medios y los problemas personales. Retiré la publicación y guardé en mi memoria 50 años dedicados a San Fernando, con la satisfacción de lograr que mis paisanos estuvieran orgullosos de su Mirador.