TRIUNFO. Ponce sale a hombros de Vista Alegre. / EFE
Sociedad

Premio gordo para Ponce

El torero valenciano cortó dos orejas en la cuarta de abono de Bilbao junto a un Manzanares muy notable

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La corrida de El Ventorrillo dio tres toros buenos de verdad, dos del todo negados y uno muy brusco que pegó cabezazos. El de los cabezazos, un toro castaño, mazacote -corto de manos y cuello, alto de agujas, fondón- y algo destartalado, escarbó sin pena, no descolgó y, pese a ser pronto, viajó con la cara arriba y sin encelarse. Ese toro abrió el fuego, y con él anduvo Ponce sosegado y fácil, inseguro con la espada.

El segundo fue uno de los dos negados para el combate. Suelto de varas, flojote, vino por voluntad de El Juli a estarse en los medios. Al primer convite de largo, una colada de escalofrío. Nada que rascar.

Tan turbio arranque parecía paliado por las pintas de los toros: castaños lombardos los dos. Bien hermosos. El tercero lucía el mismo pelo. Fue del todo distinto. Un terrible trompazo contra el caballo de pica. Estirado y suelto, entró en trance y juego sin dilación. Lo vio Manzanares con sólo mirarlo. En la cata de cinco bellos muletazos de tanteo. Los toros buenos se retratan, entre otras cosas, por lo largo del viaje, que fue la mejor virtud de éste. Manzanares lo toreó con mucho primor, pero no siempre el mismo. Muy despacio y embraguetado en dos primeras tandas ligadas en redondo con cara autoridad. Estupenda la parsimonia. Muy asentado, pero parecía flotar el torero. Se arrancó la música y Manzanares se aceleró un poquito.

Por la mano izquierda el toro fue pura bonanza. Manzanares se cansó demasiado pronto. Un pinchazo, una estocada con vómito. Se arrastró con las orejas el toro.

Con ese tercero se abrió la veda. Tras él saltó un espléndido cuarto de corrida. Negro entrepelado. 561 kilos. Todo trapío. Y tanta nobleza como trapío. Descolgado, fijo, noble, resultó el más dócil. Despampanante escaparate, dulcísimo fondo. Ponce brindó al público y en seis suaves muletazos de tanteo por abajo dejó al toro como de estreno.

Y ahí vino una faena de mano mandona y baja, que se pasó de tiempo y estuvo llena de cosas, garbos, empaque, versos sueltos, líneas, dibujos a pincel y abundante espuma. Ponce compuso con elegancia en muletazos para adentro, pero también se abrió en no pocos de los de remate de tanda. Enardeció con los cambios de mano, con los molinetes casi en cadena y, sobre todas las cosas, antes de acabar, con el alarde de los circulares cambiados con el torero en cuclillas. Se entregó con la espada Ponce, perdió la muleta en el embroque, el toro se resistió a morir. Una oreja. Y otra más. Detalle de largueza del palco.

Cambió el signo al rato: el quinto, colorado disparate del todo fuera de tipo, resultó el de peor nota de la serie. Flojo, a punto de sentarse dos veces, se desparramó y dio con el vientre en la arena. Pese a eso, El Juli trató de hacer un quite por chicuelinas. En la segunda se quedó a medio bucle el toro, que puso a la cuadrilla en jaque. Muy incierto. Buscón y andarín, de defenderse punteando, apuntando al pecho, sin pasar ni empujar una sola vez. El Juli le echó al hocico la muleta y en los medios. Sin red. Ni así. No pasó El Juli con la espada: tres pinchazos. Muchos pitos para el arrastre del toro. Algunos para El Juli.

El sexto, deforme masa de 600 kilos, se echó hasta tres veces antes de ver ni engaños. Estaría enfermo. Lo apuntillaron en el portón de toriles. El sobrero, de El Ventorrillo también, salió más que notable. Algo acalambrado de cuartos traseros y, sin embargo, embistió. Por las dos manos, caldeadito, con temple. Con temple lo toreó Manzanares en faena de muy hermosa composición y tiempo parado, serio poder, exquisito gusto, sin empalagos. Sin enrocarse el torero, que metió los riñones cuando toreó con su mano buena, la derecha, y en cambio abusó del perfil con la otra.

Pero se pasó de tiempo Manzanares, atacó con la espada en sitio imposible, pinchó antes de cobrar entera, sonó un aviso. Y no hubo premio. Ni de tómbola.