Economia

Sebastián anuncia un plan sobre turismo para final de año si los datos de julio y agosto no son buenos

Adelanta que la sanción a la centra de Ascó por la fuga radiactiva en noviembre pasado será «contundente»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, pronosticó ayer que los datos sobre el turismo en el mes de julio, que se publicarán el día 21, «no pueden ser muy buenos». No obstante, se mostró cauto y señaló que habrá que esperar a conocer las cifras también de agosto, aunque en el caso de que tampoco fueran buenos, anunció la presentación de «un plan sobre el turismo para el último trimestre».

Sebastián auguró que los datos de julio «lógicamente no serán buenos» para el sector y vinculó esta previsión a los datos de crecimiento de Alemania y Francia cuyas cifras han sido negativas. Por ello, pronosticó que «no pueden ser muy buenos coherentemente con la situación de estas economías de donde vienen los turistas».

Por otra parte, el responsable de la cartera de Industria, Turismo y Comercio, también se refirió a la penalización que se impondrá a la central nuclear de Ascó I (Tarragona) por la fuga de partículas radiactivas en noviembre pasado.

Parco en palabras

Aunque fue parco en palabras, adelantó que será «contundente». Es todo lo que dijo, después de que el Consejo de Seguridad Nuclear propusiera, en la víspera, una sanción de entre 9 y 22,5 millones de euros por cuatro infracciones graves -una en grado máximo- y dos leves cometidas por los responsables de la planta en la gestión del incidente. «Estemos a favor o en contra de la energía nuclear, todos estamos de acuerdo en que ha de ser segura, y ser segura es que no pueda haber manipulaciones ni ocultaciones, por lo que seremos contundentes en la sanción a la empresa si consideramos, como ha hecho el CSN, que ha habido falta grave, de grado máximo, en el desarrollo de su actividad», argumentó Sebastián.

El CSN imputa a los responsables de Ascó fallos de notificación del incidente -tardó casi cinco meses en conocerse- y de control de la fuga dentro y fuera de las instalaciones. Partículas radiactivas de cobalto 60 y otras sustancias aparecieron dentro del recinto y fuera, en un talud del río Ebro y en una chatarrería de Reus, a 40 kilómetros de la central.

El Ministerio de Industria será el encargado de fijar la cuantía final de la multa en el expediente sancionador que abrirá «a primeros de septiembre», dijo su titular, de visita hoy en una empresa alimentaria en la comunidad de Murcia. Aunque dispone de un plazo legal de tres años para resolver el expediente, «no vamos a esperar tanto tiempo». «Se intentará cerrar lo antes posible», añadió Sebastián. Las organizaciones ecologistas insistieron ayer en que la sanción, incluso aunque llegue al máximo de 22,5 millones de euros, no será ejemplarizante ni disuasoria. Esta cifra es lo que gana la central nuclear por la energía generada en unos diez o quince días y representa «el chocolate del loro», a juicio de Carlos Bravo, de Greenpeace, la organización que primero denunció el escape de Ascó.

Polémica

El ministro recordó que el Gobierno debe ceñirse a la legislación sobre seguridad nuclear, que fija sanciones variables dentro de una horquilla en función de la gravedad de las infracciones y según la calificación previa del CSN.

Por su parte, Iberdrola precisó ayer en un comunicado que tanto la propiedad como la explotación de la central de Ascó I corresponden «al 100 por cien» a «otra compañía eléctrica», en este caso Endesa, «por lo que Iberdrola -dice- es totalmente ajena al citado proceso sancionador». Iberdrola y Endesa comparten la titularidad de la central de Ascó II, también en Tarragona, con un reparto accionarial del 15% y del 85%, respectivamente.