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Rusia ralentiza su salida de Georgia

Moscú asegura que la retirada de sus tropas será «gradual» y se replegarán hacia Osetia del Sur

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Rusia no está mostrando demasiada disposición a cerrar la actual crisis en el Cáucaso sin dar antes un escarmiento a Georgia. El jefe adjunto del Estado Mayor del Ejército ruso, el general Anatoli Nogovitsin, anunció ayer el comienzo del «repliegue» de las tropas rusas destacadas en Georgia, pero hizo notar que «repliegue y retirada son dos cosas distintas». En cualquier caso, las autoridades georgianas aseguraron que los soldados rusos siguen sin salir del país mientras el presidente, Dmitri Medvédev, advertía que la respuesta a cualquier otro ataque o acción contra ciudadanos rusos será «devastadora».

Según la promesa que Medvédev le hizo el domingo a su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, las unidades del 58 Cuerpo de Ejército ruso desplegadas en suelo georgiano deberían haber comenzado a abandonar sus actuales posiciones en las localidades georgianas de Zugdidi, Senaki y Gori ayer al mediodía. Pero el Ministerio de Exteriores georgiano, numerosos testigos presenciales y los reporteros allí destacados afirman que «no hay signos de movimiento».

El viceministro de Exteriores georgiano, Gueorgui Bokeria, cree más bien que lo que está sucediendo realmente es que el Ejército ruso está «reforzando su presencia y extendiéndose a otras zonas» y «asestar el mayor daño económico posible». «Las unidades rusas se están dedicando a saquear, destruir infraestructuras y vaciar nuestros cuarteles de armamentos», se quejó Bokeria.

Respuesta devastadora

«Quisiera precisar los términos. Existe el concepto de retirada y el de repliegue. En la conversación que mantuvo el presidente Medvédev con Sarkozy se habló concretamente de repliegue», explicó ayer el jefe adjunto del Estado Mayor del Ejército ruso. El general Nogovitsin aseguró que las fuerzas rusas abandonarán las ciudades georgianas que ocupan actualmente y se replegarán hacia la frontera con Osetia del Sur, pero no dijo exactamente cuándo.

El jefe del Kremlin estuvo ayer en Kursk, en donde se reunió con un grupo de veteranos de la II Guerra Mundial, y luego se trasladó a Vladikavkaz (Osetia del Norte) para condecorar a 30 militares que acaban de luchar en Tsjinvali. «Cualquier otra agresión contra nuestros ciudadanos tendrá una respuesta devastadora», manifestó Medvédev ante los ancianos ex combatientes. «Si alguien cree que puede impunemente matar a nuestra gente, a nuestros soldados y oficiales, que son fuerzas de paz, se equivoca, no lo permitiremos», advirtió. Según el presidente ruso, su país «no desea un agravamiento de la situación internacional, pero sí queremos que nos respeten».

En una arenga ante las tropas, Medvédev fustigó al presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, a quien llamó «engendro político capaz de asesinar a gente indefensa». «En beneficio de intereses coyunturales están dispuestos a asesinar y a compensar sus propias carencias mediante la eliminación de todo un pueblo», declaró.