ESPAÑA

El PNV no se quedará «quieto» si se prohíbe la consulta de Ibarretxe

Urkullu subraya que su partido «acatará» la decisión del Tribunal Constitucional

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El PNV avisó ayer al Gobierno de que no permanecerá «quieto» si el Tribunal Constitucional decide anular la ley de consulta promovida por el 'lehendakari' e impide el referendo que Juan José Ibarretxe quiere celebrar el 25 de octubre. El presidente de la formación nacionalista, Íñigo Urkullu, reiteró que su partido aceptará la decisión del tribunal, pero estudiará otras vías para consultar a los vascos si la convocatoria actual fuera desautorizada.

El PNV «acatará lo que diga el Constitucional, pero no nos vamos a quedar quietos en el caso de que dicte una sentencia contraria a lo que es nuestra interpretación de la ley de consulta», explicó Urkullu. No obstante, en una entrevista en la emisora 'Herri Irratia', invitó a no «enredar a la ciudadanía» con mensajes «populistas», como los de su socio de Eusko Alkartasuna, que sostiene que la consulta debe realizarse aún si el Constitucional da la razón al Gobierno y la anule. «Tenemos que ser honestos ante la ciudadanía, tiene que obrar el TC», sentenció Urkullu.

Urkullu rechazó que sea el PNV quien «esté generando polémica» en torno a una eventual desobediencia al TC, pues su partido es consciente de «la responsabilidad que tiene ante buena parte de la ciudadanía vasca» y de que es «el partido mayoritario en el seno del Gobierno» de Euskadi. «Otros con otros cargos pueden decir otras cosas», sentenció.

Admitió que «no se puede celebrar la consulta por encima de todo» cuando un referendo requiere «designar juntas electorales, ubicar colegios y urnas, hacer una campaña, subvencionar la campaña y espacios gratuitos».

El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, apreció «serias dudas internas» en el Gobierno vasco sobre la viabilidad de la consulta. «Algunos se están poniendo la venda y están reconociendo que esto no tiene visos reales de legalidad», subrayó. Elorza cree que el Ejecutivo de Vitoria ya asume que «no puede continuar con esta aventura» sin el beneplácito del TC.