Guerrero dicta un cambio de usos para La Soledad sin contemplar el acuerdo inicial

El pasado mes de noviembre se puso la primera piedra de lo que en el Boletín Oficial de la Provincia se anunciaba como un local social para la Asociación de Mayores Virgen de la Soledad y para los vecinos de Fuente Soledad. Sin embargo, Manuel Guerrero, delegado de Asuntos Sociales, ha cambiado los usos de ese equipamiento, convirtiéndolo en un Centro de Día para Mayores. Esta situación ha sido denunciada por los propios vecinos y miembros de la entidad Virgen de La Soledad, que llevaban luchando por un edificio social desde hacía muchos años. A través de un escrito, los socios expresaron a Guerrero su disconformidad ante el cambio anunciado, ya que «el edificio es para el disfrute de las asociaciones como quedó recogido Junta de Gobierno publicado en el BOP y que conozcamos no ha sido modificado por un acuerdo de igual o superior rango».

En la misiva dirigida al delegado y firmada por Antonio Hernández, presidente de los mayores, se aseguraba que el cambio de uso del equipamiento se había realizado «sin consultar con el Consejo Sectorial de Personas Mayores ni con la Junta de Gobierno Local, por lo que la consideran una decisión muy poco afortunada y, por supuesto, socialmente poco efectiva».

La respuesta escrita del delegado a estas peticiones, y a la que ha tenido acceso este medio, ha sido tajante: «No aceptaremos el cambio de nombre del Centro Social que se está construyendo en la calle Siroco [...] porque la intención es crear una red de centros municipales de día». Según las fuentes consultadas, Manuel Guerrero denomina «cambio de nombre», a la transformación de los locales sociales.

Además, la Asociación Virgen de la Soledad se pregunta si esta decisión ha sido consultada con su socio de gobierno, José Antonio Blanco (IU), de Participación Ciudadana, ya que el asunto le concierne directamente.

La entidad espera que este hecho no se haya producido en represalia hacia los incidentes producidos en agosto de 2003, fecha en la que Manuel Guerrero era presidente de la asociación de vecinos Antonio Machado e impidió a los mayores de La Soledad entrar en la sede que él mismo dirigía.