CÁDIZ

El puerto gana terreno pero cede espacio a la ciudad

Hasta ahora, la forma más práctica de que Cádiz ganara terreno era robándoselo al mar. En los últimos años, con las legislaciones mucho menos permisivas, los rellenos están prácticamente vedados, al menos en la ciudad de Cádiz. Sólo hay una excepción: la ampliación de medio millón de metros cuadrados del Puerto.

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Sin embargo, la ganancia de buena parte de ese espacio para actividad económica ligada al Puerto de Cádiz hará que se puedan liberar otros espacios que ahora están en manos de la Autoridad Portuaria. Es el caso del Muelle Ciudad, que el Ayuntamiento quiere incorporar como frente marítimo y espacio de ocio y paseo, algo con lo que la Autoridad Portuaria estaría de acuerdo, pero con matices. En primer lugar, porque habría que hablar de ello sólo cuando esté terminada la ampliación (la primera fase debería estar lista en 2012), y en segundo lugar, porque hay un problema de seguridad a la hora de eliminar la verja.

Pero también están esos 70.000 metros cuadrados (aproximadamente) en Puerto América que se urbanizarán e incorporarán al uso ciudadano cuando termine esa ampliación y se trasladen allí los contenedores. Es justo la zona que discurre paralela al Paseo Almirante Pascual Pery Junquera, donde terminan los bares de La Punta. La Autoridad Portuaria quiere crear en esta zona una terminal de pasajeros de cruceros, con zonas para aparcamiento de autobuses y taxis y espacios para que puedan instalarse las empresas relacionadas con el sector.

El Ayuntamiento tenía otros planes para este lugar: un Maremagnum (al estilo de Barcelona), con cines y zonas comerciales.

Plaza Sevilla

Y luego hay otra zona, que experimentará un gran desarrollo y que hoy está casi en desuso: la plaza de Sevilla y todas las instalaciones de Renfe. La fecha límite para acabar estas obras es, como no podía ser de otra forma, el 2012. Es el único espacio sobre el que al fin hay consenso entre todas las administraciones, aunque no vayan muy sobradas de tiempo. La plaza Sevilla se convertirá en la gran zona de transporte intermodal, en la que se conectarán los viajeros de tren con los cruceristas y los del catamarán, así como los usuarios de transporte por carretera (con un nuevo parking y una estación de autobuses).