Los obreros del Palacio de Congresos denuncian su despido «improcedente»

Los obreros que trabajaban en la construcción del Palacio de Congresos de Jerez (ocho en total) se concentraron ayer en los terrenos donde se lleva a cabo para denunciar tanto los impagos de sus últimas nóminas como su «despido improcedente», señaló a este medio el portavoz de los afectados, Juan José Sánchez.

Antes de desplazarse a Sevilla para negociar con la empresa constructora (Sinde Restauraciones) una salida a su situación, volvieron a manifestarse, como ya hicieran hace varias semanas, en la obra del Palacio de Congresos. Así, Sánchez señaló que «la empresa dice que no tiene liquidez y nos ha despedido, pero las obras han seguido adelante, no se han parado». Es la subcontrata de ferralla y encofrado, concretamente, la que se ha hecho cargo de dichos trabajos.

Así que los trabajadores seguirán concentrándose a partir de hoy y durante todos los días hasta que la empresa les pague lo que les adeuda, unos 3.000 euros por trabajador, aproximadamente, más la liquidación, aunque en algunos casos más.

Lo que los obreros van a hacer ahora es denunciar a la empresa, ya que «entendemos que el despido ha sido improcedente», teniendo en cuenta que las obras han seguido su curso. «Allí siguen estando el jefe de obra, de producción, la chica de la oficina y el encargado», informó en este sentido el portavoz.

La empresa, en cualquier caso, «nos dice que no tiene dinero» por problemas relacionados con la crisis de la construcción, que está abocando a un buen número de compañías a situaciones como la suspensión de pagos o concurso de acreedores.

La empresa aseguró que no es verdad lo que dicen los trabajadores, y que éstas medidas de presión tienen que ver con que el contrato se les termina el lunes. También recordaron que tienen 15 días para gestionar los papeles de despido de los empleados.

El Palacio de Congresos, situado junto al Hospital de Jerez, parece ser la última víctima de la crisis del ladrillo en Jerez. En esa misma zona, en Área Sur también hubo problemas por la suspensión de pagos de la empresa valenciana Llanera, que promovía entonces las obras. Parece difícil que el Palacio de Congresos pueda estar listo para la segunda mitad del año 2009, como estaba previsto.

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