DECLARACIÓN. Urquia a su llegad al juzgado. / EFE
ANDALUCÍA

Fin a una trayectoria prometedora

Llegó a Marbella como una esperanza contra el desprestigio de la Justicia en la ciudad, pero sus malas relaciones han acabado con su carrera

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A once días de cumplir 40 años, el juez Francisco de Urquía ha recibido una condena que lo aparta posiblemente para siempre de la judicatura. Una suspensión de 17 años que acaba con una carrera que parecía prometedora tras su llegada al Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella hace menos de tres años.

En efecto, el aterrizaje de De Urquía en Marbella procedente de Vélez-Málaga en 2005, con apenas seis años de experiencia, fue leído en su momento como parte de la renovación que en ese momento experimentaban los juzgados de Marbella tras los sucesivos episodios que durante casi una década habían dado sustento a la deplorable reputación de la justicia en la ciudad. Sin embargo, la sentencia del TSJA sitúa ahora a De Urquía en la acera de quienes han alimentado la leyenda negra.

De familia ligada a la judicatura -su padre es magistrado en la sección segunda de la Audiencia- y dueño de una simpatía arrolladora, la figura de Urquía ya era conocida en los ambientes nocturnos de Marbella pocos meses después de su llegada a la ciudad. En la sentencia de ayer se recoge que durante todo 2005 y hasta febrero de 2006, la cuenta bancaria del juez terminaba todos los meses con saldo negativo, en algunos casos de hasta mil euros.

Fue precisamente en la discoteca Olivia Valere, que regenta Arnaud Fabrice A., el acusado absuelto en este caso, donde por medio de éste el juez conoció a Juan Antonio Roca a finales de 2005, según se refleja en la sentencia. Una relación que le ha costado la carrera.

Fueron varios los casos con resonancia mediática en los que el juez actuó durante su corta trayectoria en Marbella. Entre ellos, el de la muerte del ciudadano belga Lieven Franz Herman de Wilde, que perdió la vida mientras era detenido en la vía pública por cuatro agentes de la Policía Local.

También el del fraude en el proceso de concurso-oposición para la selección de cuatro plazas de subinspector de la Policía Local, que concluyó con el archivo de la causa.

Pero seguramente el de más repercusión fue el 'caso Hidalgo'. Una causa por presunto blanqueo de dinero en la que detuvo a 20 personas y envió siete a prisión, entre ellos a prestigiosos abogados y notarios de Marbella con una marcada influencia social. Precisamente por la instrucción de este caso, De Urquía está imputado en una segunda causa en la que se le acusa de cohecho, prevaricación y revelación de secreto y en la que lo acompaña como acusado su amigo Arnaud, absuelto en la sentencia dictada ayer.