VUELTA DE HOJA

la propuesta

Una risa muy parecida a la que tienen que reprimir los adivinos cuando se encuentran, acomete a los políticos cuando prometen austeridad en el mismo mitin. Hemos entrado en una época donde alardear de dinero, que siempre ha sido de pésimo gusto, no se lleva en absoluto. Los últimos que presumen de eso se han refugiado en sus yates, que casi siempre son de sus amigos. No los conoceríamos si no fuera porque no les desagrada del todo que los abnegados fotógrafos de las revistas del corazón suban a bordo para perpetuar sus atavíos veraniegos. La verdad es que generalmente les cae bien la ropa, incluso la que no se ponen.

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Abundan los predicadores de esa virtud llamada austeridad que venía teniendo sus más fieles seguidores entre los mendigos y los anacoretas. En las Autonomías pobres, que son las que tienen todavía menos dinero que las otras, surgen propuestas de congelar el sueldo de los diputados. No es mal momento, a principios de agosto, para poner a enfriar algo. Así lo ha sugerido amablemente el Parlamento andaluz. Esta institución cuenta con 109 diputados, algunos de los cuales dotados con el divino don de la palabra.

Sería un ahorro considerable, semejante al que ellos practican con sus discursos, si sus sueldos permanecieran inalterables durante el próximo año, pero la propuesta no está del todo perfilada.

Quizá no sea bien acogida. Muchos parlamentarios y altos cargos pueden alegar que han recibido ofertas más sugestivas que esa y han sabido desecharlas. De todos modos la propuesta será presentada a la Mesa de la Cámara. Algo es algo. En peor situación se pueden encontrar muchos comensales que no sean parlamentarios y no puedan poner nada sobre la mesa del comedor.