SOLIDARIO. Belén (a la izquierda) sufre Asperger. A su lado, los voluntarios Ricardo y Begoña. / F. J.
CÁDIZ

El autismo de Asperger afecta ya a cerca de 2.000 gaditanos

La enfermedad es la misma que padece el televisivo doctor House y diculta las relaciones sociales

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El llamado síndrome de Asperger, una especie de autismo que se traduce en importantes trastornos sociales, afecta a cerca de 1.800 gaditanos, según los datos que maneja la Federación Asperger de Andalucía. Se trata de una desconocida discapacidad, que sin embargo, sufren algunos personajes tan reconocibles como el irritable y televisivo doctor House. «Es un trastorno del desarrollo que hace que los afectados procesen la información de forma distinta al resto de la población», explica Rafael Jarreto, presidente de la organización.

El Asperger afecta a la capacidad de leer el lenguaje no verbal. Quien la padece no aprende a leer los gestos de la cara de los demás.

Por su parte, los datos destapan una realidad poco conocida, pero no por ello despreciable: en cada colegio gaditano hay entre uno y dos alumnos que padecen este trastorno. Y estas cifras podrían ser sólo la punta del iceberg ya que «las investigaciones son incipientes, por lo que se trata de un trastorno muy poco conocido», afirma Jorreto.

En estos pequeños, el fracaso escolar se repite y conviene multiplicar la atención. «Aquí el diagnóstico precoz es clave», apunta Vanesa Rodríguez, educadora social que trabaja con este colectivo. Por su parte, Jarreto es padre de una niña de 12 años con síndrome de Asperger. Explica el funcionamiento de esta discapacidad con un símil informático: «Para entendernos, el Asperger afecta al software de las personas. Si nosotros utilizamos el windows, ellos usan linux», añade.

Las malas interpretaciones son parte del día a día de estas personas. «No entienden los dobles sentidos, y ello les hace muy vulnerables», lamenta. Por esta razón, no es extraño que los alumnos con este trastorno sean marginados por sus compañeros de colegio. «No es raro que el niño con Asperger sufra abusos de otros estudiantes», agrega.

Las relaciones sociales se aprenden. Y en el caso de estos pequeños son un obstáculo, en ocasiones, difícil de superar. Por ello, actividades como el campo de trabajo que se realiza estos días en el colegio Campo del Sur son «imprescindibles» para estas personas.

Allí, medio centenar de voluntarios y afectados de Asperger comparten experiencias durante una semana entera. Las aulas se han transformado en un enorme campamento solidario.

Además de impedir el aprendizaje, este trastorno dificulta el acceso a un puesto de trabajo, puesto que las entrevistas de trabajo nunca salen bien.

"Hacer amigos es algo que también se tiene que aprender con el tiempo"

Para Belén Llanos, de 32 años, que padece el síndrome de Asperger, tomar la decisión de asistir a un campo de trabajo de una semana en Cádiz no fue fácil. «Cuando me lo propusieron me faltaron las ganas», reconoce. Aunque ahora se alegra de que los educadores de la Federación Asperger la convencieran. «La convivencia con otras personas me está ayudando mucho», dice. Y es que las relaciones sociales son un obstáculo para quienes padecen este trastorno del desarrollo. Por eso, hasta hoy, 50 jóvenes, entre voluntarios -como Rubén Molina, de 20 años, y Begoña Arroyo, de 19- comparten espacio y experiencia, en el colegio Campo del Sur. Aquí, estos dos estudiantes extremeños aprenden de cerca cómo interpretar lo que les sucede a sus compañeros con Asperger. «Ellos no saben por qué te ríes, ni conocen la forma de interpretar los gestos de tu cara», explica Begoña, que estudia Medicina. Esta semana supone un cursillo de prácticas aceleradas para esta joven. Los campos de trabajo sociales sirven además como alternativa para viajar y gastar poco dinero, como reconoce Ricardo. El viaje a Cádiz desde Extremadura, «con alojamiento y comida», como especifica, le ha costado poco más de 70 euros. «Además de una forma barata de irte de vacaciones es una buena oportunidad de conocer gente de toda España», apunta este estudiante de Ingeniería

esanmartin@lavozdigital.es