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El ex líder serbobosnio convivirá con otros 37 acusados por la guerra

La prisión de Scheveningen, situada en la costa del mar del Norte y en la que, al parecer, presos serbios, bosnios y croatas conviven pacíficamente, será la morada de Radovan Karadzic durante todo su proceso. La celda que ocupa, de unos quince metros cuadrados, cuenta con estanterías, una televisión, escritorio y baño. Eso sí, las condiciones de espacio, iluminación e instalaciones de la dependencia son superiores a los estándares internacionales, tal y como ha indicado el TPIY.

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Como el ex líder serbobosnio se representará a sí mismo, se le permitirá usar otra habitación con ordenador y acceso a Internet. Slobodan Milosevic recibió las mismas prestaciones. Presumiblemente, disfrutará de un ambiente cordial en la unidad de detención donde convivirá con otros 37 acusados por la guerra de los Balcanes. Según los propios reclusos, en este lugar se olvidan las diferencias étnicas que en el pasado motivaron un fratricidio. «Ya no eres un serbio, un bosnio o un croata, sólo eres un preso», ha asegurado un ex funcionario del tribunal.

Ahora los reos, mayoritariamente serbios -aunque también hay croatas y musulmanes-, tienen una lengua común, cocinan platos típicos balcánicos, ven la televisión juntos y se entretienen con juegos de mesa. Cada día salen a tomar el aire al patio, donde no se mezclan con los presos holandeses, y también pueden jugar al voleibol, al fútbol y al tenis o, si lo prefieren, al ping-pong.

Los reclusos pueden, además, asistir a servicios religiosos, recibir clases de inglés y realizar actividades artísticas.