Regreso a casa por la puerta grande

El año pasado por estas fechas tenían contratados cuatro conciertos de verano, para éste ya han cerrado 84 directos. Los gaditanos Melocos no paran ni un momento. «Creo que este año no tendremos vacaciones, si acaso nos quedan tres días libres», bromea Jaime, el vocalista de la banda. Todo ha cambiado. Ahora, regresan a casa después de saborear el éxito y sus maletas están cargadas de experiencias: miles de entrevistas, un número uno en las listas de ventas, dos nominaciones como artista revelación (40 principales y MTV Music Awards) y cuatro discos de platino por la descarga de su exitosa canción Cuando me vaya junto a Natalia del grupo La Quinta Estación. «Aunque ahora no llevemos una vida muy normal, somos los de siempre», aseguran.

Caché de rebajas

Y justo por eso, porque les apetecía y querían cumplir un sueño al lado de los suyos, en El Puerto, bajaron su caché. Hace un mes el promotor que les iba a traer se echó para atrás. «Esperaba que vendiéramos miles de entradas el primer día, y evidentemente nosotros no somos Bruce Springsteen». Con sitio pero sin padrino, Melocos se empeñó en hacer realidad su ilusión. «Teníamos que sacar dinero de donde fuera. Queríamos actuar en la Plaza de Toros». Y entonces, el Ayuntamiento de la localidad y otras empresas privadas les apoyaron en su empeño. Hoy, saldrán al coso y debutaran con picadores sobre el albero de su pueblo que tantas tardes gloriosas ha dado. «Estamos acojonados, la verdad», confiesa el cantante y líder de la banda. El concierto será gratuito. «Queremos llenar la Plaza pero sabemos que eso será difícil. Nos lo hemos tomado como si fuera un regalo a nuestra gente, a todos esos que nos han seguido desde que empezamos», comenta Jaime.

Y es que la vida de estos chicos ha cambiado totalmente. Tras formar la banda en el colegio y pensar en la música como un reto casi imposible, el destino empezó a jugar y les marcó el rumbo hacia el estudio de grabación. Primero, a punto de separarse encontraron al bajo a través de un cartel que pusieron en la facultad. Así llegó Antonio desde Badajoz, el único integrante no andaluz. A partir de entonces, con la ilusión recuperada de seguir currándoselo, su maqueta llegó a manos del productor Pepe Barroso y de ahí a grabar unos temas con Alejo Stivel, el cantante de Tequila y midas de grupos como El Canto del Loco y la Oreja de Van Gogh. «Todo lo que toca lo convierte en oro», dicen del músico que junto a Ariel Rot cantaba eso de Salta antes de que incluso ellos nacieran y que justo ahora ha vuelto a la carretera.

La fama y el cambio

Aún así, a pesar de este ascenso que podría verse como meteórico y que algunos han tildado como perfecta operación de marketing de Sony, Melocos quiere marcar su espacio. «Vamos poquito a poco. Nos lo tomamos con calma porque nunca sabes lo que puede durar todo esto. Si el segundo disco no se vende nos pueden dar la patada fácilmente».

Pero en ese camino, entre entrevistas «con teles casposas», portadas de Superpop, firmas de discos, premios, aviones y kilómetros de furgoneta, el grupo intenta no perder el rumbo. «La fama da cosas buenas y malas. Gusta que la gente se te acerque, yo no le digo a nadie que no a una foto, pero siempre tienes que poner buena cara», cuenta el portuense. «Ahora, por ejemplo, vuelvo a casa, me llaman pero no puedo salir porque al final estoy con todo el mundo menos con mis amigos y mi familia. Es difícil. Lo mejor es quedar en casa de alguien para poder charlar tranquilos».

Y el fenómeno fan, «nos lo tomamos como algo gracioso. A veces aún pensamos que no es por nosotros», bromea el cantante. «No, en serio, siempre se agradece que te sigan y quieran lo mejor para tí».

Aunque en un principio todos se propusieron continuar con sus estudios –siguiendo los sabios consejos paternos–, al final la apretada agenda ha terminado por posponer la universidad. «Ahora nos hemos centrado en esto, llevar todo para adelante era imposible. Aún estamos a tiempo de volver a la facultad».

Antes, tocarán en la Plaza de Toros de El Puerto, un concierto para el que han preparado un repertorio especial con sus éxitos, algunos temas de sus inicios y versiones que sólo sus incondicionales conocen. «A ver cuánta gente va». En unas horas tendrán la respuesta.

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