CRÍTICA DE TV

Reconquista

Quién se lo iba a decir a Soria. La hemos conocido por su ilustre lema de reconquista como cabeza de Extremadura, por ser el campo poético machadiano por antonomasia y como provincia menos densamente poblada. Pero el comienzo del nuevo milenio le tenía reservados el compromiso y el honor de ser la adelantada en el reino digital. Cabeza de TDT, adalid de la reconquista digital que nos promete muchos canales de televisión, con calidades nunca vistas. Haciendo bueno el bíblico «los últimos serán los primeros» el ministro Miguel Sebastián, mando en mano, dio por muerto al analógico olmo seco para convertir a Soria en nuestra luminaria de un futuro lleno de canales gratuitos.

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Suena a las ofertas de ferial. Te regalan dos por uno cuando ya no tienen dónde colocar el producto. Así está la tele, cada vez más arrinconada por el móvil, los videojuegos e Internet. Y quiere salir de su agonía dándonos más y más bonitos canales. Pero las dudas que se suscitan son muchas. Primero, si los contenidos que soportamos son cada vez más triviales, la multiplicación de canales llevará a producciones con menor inversión y, por tanto, de calidades inferiores. Segundo, si Internet, YouTube y asociados nos ofrecen ya la tele por red, por qué invertir en sistemas de transmisión más costosos y tan caducos como los analógicos. Tercero, si estamos alcanzando niveles insoportables de saturación audiovisual, por qué inundar nuestra última reserva natural y poética con más anuncios para fomentar el consumo efímero.

No creo que Antonio Machado se dejase cautivar por el mundo multipantalla prometido, ni que su musa Leonor se digne a levantar la cabeza para sorprenderse por el advenimiento televisivo. El test del alcance digital se ha hecho en un territorio grande donde viven pocos vecinos. Pensemos que ésa es la clave de la elección Soriana y que no hay intención de borrar del mapa la siembra poética machadiana, que vivía mejor contada al amor de la lumbre que mediante artificios analógicos o digitales.