TERRORISMO. El presidente del Gobierno, con el portavoz del PNV, Josu Erkoreka. / EFE
ESPAÑA

CiU tumbará los presupuestos de la crisis si no hay acuerdo en financiación

El Gobierno rechaza la prórroga de las cuentas públicas y afirma que la negociación autonómica está en los «prolegómenos»

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Convergència i Unió intentará tumbar los Presupuestos Generales del Estado del año próximo si no hay acuerdo para el nuevo modelo de financiación autonómica. El portavoz del grupo parlamentario, Josep Andoni Durán i Lleida, dejó claro ayer a José Luis Rodríguez Zapatero que no será su aliado el próximo trimestre si el Ejecutivo no cumple con lo establecido en el Estatut catalán. El Gobierno restó importancia la advertencia de CiU y confió en que pueda alcanzarse el consenso en ambas materias. «Ésa es la voluntad del Ejecutivo y para eso vamos a seguir trabajando», precisó la vicepresidenta, Maria Teresa Fernández de la Vega.

«No habrá presupuestos si no hay una nueva financiación para las comunidades autónomas», dijo Durán a la salida de su reunión con el presidente del Gobierno. Rodríguez Zapatero abrió con el portavoz catalán la ronda de entrevistas con los partidos parlamentarios tras haber mantenido el pasado miércoles un encuentro con Mariano Rajoy, en el que recuperaron la unidad contra el terrorismo.

Rodríguez Zapatero quería hacer a CiU y a los partidos minoritarios partícipes de este acuerdo, pero sobre todo estaba interesado en tantear el respaldo de la formación catalana a las cuentas públicas con las que intentará hacer frente a la crisis. Y se topó con una rotunda negativa.

Durán i Lleida echó en cara al presidente no haber cumplido lo establecido en el Estatut, que fija el próximo 9 de agosto como plazo para cerrar el acuerdo para la financiación autonómica catalana. «El Gobierno no ha hecho los deberes», se quejó y dio por hecho que será imposible llegar a un consenso en los pocos días que quedan para esa fecha. Admitió que no se trata de un plazo límite y señaló que si el Ejecutivo «hace sus tareas» y ofrece un acuerdo «que respete los contenidos del Estatuto», «habrá base para un primer apoyo a los Presupuestos». En caso contrario, CiU será «coherente» y «no permitirá su aprobación».

El presidente del Gobierno pidió «tiempo» al portavoz catalán para poder llevar a la mesa de negociación una fórmula de financiación que satisfaga a todos y permita su aplicación en 2009. De momento, no hay avances. El Ejecutivo y la Generalitat siguen sin entenderse y el vicepresidente económico, Pedro Solbes, en su comparecencia en el Congreso avisó de que, debido a la crisis, habrá poco dinero para añadir al actual modelo de financiación.

Ritmos

Rodríguez Zapatero quiere hacer de CiU su principal aliado parlamentario. El voto de los diez diputados de esta formación sería suficiente para sacar adelante las cuentas del Estado y dar al Gobierno estabilidad. En caso contrario, tendría que buscar respaldos heterogéneos en PNV, ERC y los diputados del grupo mixto, partidos cuyos portavoces también expresaron a Zapatero sus reticencias a apoyar las cuentas públicas.

La crisis económica aleja también al Gobierno de CiU y complica las negociaciones. Durán i Lleida reclamó a Rodríguez Zapatero un «plan anti crisis» que contemple, entre otras medidas, inyectar liquidez al sistema financiero y una rebaja en el impuesto de sociedades, propuestas a las que el presidente del Gobierno «no fue receptivo», según palabras del portavoz catalán.

La vicepresidenta primera minimizó las reticencias de los partidos, rechazó la posibilidad de una prórroga de las cuentas públicas y confió en que al final haya acuerdo tanto para los presupuestos como para la financiación autonómica. «Todo tiene sus ritmos y en la financiación autonómica estamos en los prolegómenos de la negociación», explicó De la Vega, que agradeció a los portavoces parlamentarios el tono de «respeto».